Como se viene repitiendo desde hace seis décadas, un hijo del Rey Abdulaziz, el fundador de Arabia Saudita en 1932, quedó al frente del país. Eso tras la muerte -la madrugada de ayer- de Abdulá, de 90 años. Ha sido sucedido por su medio hermano Salman y ya está decidido que el heredero sea otro hijo del padre fundador, Muqrin.

Lo novedoso es que, a diferencia de lo que ha venido ocurriendo y a pesar de que hay una larga lista de los hijos de Abdelaziz (son más de 30) a la espera de ocupar el trono, fue designado como segundo en la línea de sucesión un miembro de la tercera generación, el príncipe Mohamed, de 55 años, quien es hijo de Nayef, fallecido en 2012 y que de haber estado vivo sería ahora Rey.

La transición real se produjo con milimétrico celo y sin lugar a dudas. Eso para no mostrar fisuras en momentos turbulentos, cuando los yihadistas y grupos terroristas, como el Estado Islámico, acosan al país, y la inestabilidad política de Yemen se abre como un nuevo frente para la corona saudita.

Por eso mismo el nuevo Rey dio claras señales de continuidad. "Continuaremos con la correcta política adoptada por Arabia Saudita desde que fuera fundada por el rey Abdulaziz y sus hijos, que asumieron el mando después de él", dijo Salman, de 79 años, en un mensaje emitido por la televisión. "Las naciones árabes y musulmanas necesitan hoy con urgencia unidad y solidaridad. Seguiremos en este país, que Dios ha elegido para ser el del nacimiento de su mensaje, dando cada paso para unificar las filas (de los musulmanes) y defender las causas de nuestras naciones", destacó.

Cientos de personas llegaron ayer hasta la mezquita de Turk bin Abdulá, en la capital Riad, para rezar por el difunto Rey Abdulá. Tras el funeral, miembros de la familia real y ciudadanos juraron lealtad al nuevo regente en el palacio Kasr al Hukm de Riad.

Salman era desde 2012 el príncipe heredero y hasta el jueves ejercía como viceprimer ministro y ministro de Defensa. Por eso tiene gran experiencia de gobierno, ya que además fue gobernador de la importante provincia de Riad durante 50 años. Durante su gestión la capital pasó de tener unos 300.000 habitantes a casi siete millones. Sin embargo, fuentes citadas por la agencia DPA subrayan que "el estado de salud de Salman no es óptimo y dudan de que sea él quien realmente mueve los hilos".

De todas formas no se espera un gran giro en la política exterior o petrolera. Salman es descrito como un "hombre duro con una fuerte personalidad y un líder que se ocupa de temas humanitarios en el reino".

El Rey Abdulá fue además un importante patrocinador de la revuelta contra el régimen del Presidente sirio Basher Assad y apoyó el golpe militar de 2013 que derrocó al gobierno de Mohammed Morsi, de los Hermanos Musulmanes, y llevó al poder al ex jefe del Ejército Abdel Fatah al Sisi.