Histórico

EL ORGULLO POR LA ANTIPOESiA

LA COBERTURA de la entrega del Premio Miguel de Cervantes a Nicanor Parra que publicó La Tercera se centró en el poeta y su jornada en el balneario de Las Cruces, donde vive. Pero ese era uno de los focos de la noticia; el otro estaba con lo que sucedía durante la ceremonia misma, allá en España.

Respecto de esto último, hubo omisiones, como que entre las autoridades asistentes al acto estuvieron el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredo Moreno, quien incluso al día siguiente fue entrevistado por el diario El País. Omisiones que contrastan con la relevancia que se le dio a la "rockera" Patti Smith, admiradora del antipoeta, quien resumió la entrega del premio con la buena frase "sin la ceremonia la anarquía no tiene sentido".

El premio que se otorgó a Nicanor Parra es considerado el más importante de la lengua española y, por tanto, en favor de su realce no sólo concurrió el príncipe Felipe, sino también la princesa Letizia y miembros del gobierno español, amén de integrantes del claustro universitario. Por ende, es obvio que debió mencionarse a las personalidades asistentes, y en el caso de las autoridades chilenas presentes en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, como el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, no se debió dejar de lado al canciller.

Para el antipoeta, representado en la ocasión por su nieto Cristóbal Ugarte, es una distinción mayor, y también lo es para Chile. Por eso era importante, desde un punto de vista cultural que se le diera un mayor realce informativo a lo ocurrido en la ciudad a orillas del río Henares.

El diario El País, en su edición que circula en Chile, hizo una descripción pormenorizada del acto y de la recepción que le siguió, a la que, entre paréntesis, no todos los concurrentes pudieron ingresar. De ese relato hay detalles dignos de destacar, como las citas de opiniones y  descripciones de los personajes, sus vestimentas y peinados, lo que lleva al lector a participar del encuentro. La periodista Amelia Castilla entrega en su crónica un detalle sobre el aperitivo que se ofreció a los invitados y que resume la situación económica de España: "Como en todo lo que rodea a este país, hasta en el 'catering' se notaban los recortes. Los platos de jamón ibérico parecen haber pasado a la historia, sustituidos por rebanas de pan con tomates y una pequeña lasca".

Lo anterior sirva de ejemplo para enfatizar cómo, con motivo de un acto académico, se puede hacer una crónica atractiva en medio de la antipoesía y de los honores a su creador, dar un destello, con lo gastronómico, de la crisis que barre con Europa. Esto empalma con lo aseverado por Manuel Saucedo, director de Comunicación de Unidad Editorial España, quien vino a Santiago a participar en la Conferencia Internacional de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias (WAN-Ifra). El ex director del periódico deportivo Marca,  en su intervención sobre lo que llama la revolución pendiente en la redacción, aseveró que lo esencial para los periodistas es "contar buenas historias".

Esta última frase concuerda con la opinión de Bieito Rubido, director del diario ABC, quien, preguntado sobre la salud del periodismo, lo califica como una profesión "cruel", pero "a los que nos gusta, nos apasiona"; y luego comenta que "es una profesión donde existe uno de los mayores grados de frustración". Y sostiene que "tenemos muy elevadas nuestras expectativas y tenemos que fomentar que el periodista entienda con más humildad su trabajo. No somos los salvadores de nada, ni vamos a redimir a la sociedad, somos unos humildes contadores de historias. Esa actitud de arrogancia ha sido muy nociva para la profesión periodística".

Ambos profesionales hispanos definen a los periodistas como "contadores de historias". El primero afirma que esas historias deben ser "buenas", el segundo plantea, además, que el trabajo debe hacerse con humildad, sin pretensiones mesiánicas.

A propósito de contar buenas historias, hay que considerar que a los lectores las noticias les llegan por múltiples vías y de manera casi instantánea. Por lo tanto, cuando el diario llega a sus manos, ya están en antecedente de lo más relevante de su contenido. Y aquí es donde se debe marcar la diferencia con los otros medios, amén de profundizar sobre los hechos y sus protagonistas, hacerlo con amenidad, contar mejor la historia. En las clases de géneros periodísticos se recuerda a los estudiantes un caso simple, pero válido. Todos ustedes conocen la historia de la Caperucita Roja y todos la pueden contar, pero con una gran salvedad: unos la cuentan bien y otros la cuentan mal; unos la hacen atractiva, interesante, con suspenso, apasionante e incluso novedosa, y otros aburren con su relato.

De vuelta al Premio Miguel de Cervantes, era una oportunidad para informar de lo sucedido en la liturgia académica y también de los episodios que la rodearon, a fin de que los lectores participasen, a través del relato, de la solemnidad de lo vivido en "la ciudad del saber" y también de su humanidad. Es una noticia de profundo significado para las letras nacionales y que enorgullece a los chilenos.

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