Colo Colo pensó en grande. En 1956, la institución popular había proyectado construir un estadio para 120 mil personas. Sin embargo, el terremoto que afectó a la zona centro sur y sur del país terminó derrumbando también la ilusión colocolina. El Estado chileno decidió no aportar fondos para la edificación de nuevos recintos y los albos vieron frustrado su deseo. Pasaron casi veinte años hasta que el Cacique pudo por fin inaugurar su estadio. Fue el 20 de abril de 1975 cuando Colo Colo venció 1-0 a Aviación. No obstante, la estructura aún no estaba lista y el cuadro Popular sólo pudo disputar cinco partidos en su casa antes de regresar al Nacional. El Hoyo de Pedrero se mantuvo igual hasta la llegada de Peter Dragicevic, en 1986. El dirigente cumplió las tres metas que se propuso: ganar un título importante, lograr la independencia de la Asociación Central del Fútbol (hoy ANFP) y finalizar la construcción del estadio. Esto último se consiguió en 1989 y desde entonces ha provocado una eterna discusión.

El polémico ofrecimiento

"Si a Colo Colo le hizo gratis el estadio el gobierno militar, no sé por qué no se le puede entregar el recinto a la U en concesión". Fue la categórica afirmación que el alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, dio en una entrevista con La Tercera. La opinión del edil generó un intenso debate y reabrió la sospecha de que el régimen de Augusto Pinochet aportó con fondos para la finalización del Monumental.

"¡300 millones para Estadio Colo Colo!". De esta forma, La Tercera tituló en su portada del 1 de octubre de 1988 el ofrecimiento del Gobierno a los albos. "Pinochet ordenó fondos para terminar segunda fase del complejo deportivo", agregó la publicación. Un día antes, el presidente del Cacique, Peter Dragicevic acompañado del vicepresidente, Eduardo Menichetti, se reunieron en La Moneda con Pinochet, quien les informó sobre su deseo de colaborar en el término del recinto.

Sin embargo, 27 años después, Dragicevic explica por qué nunca se concretó el aporte. "No hubo ninguna vinculación con Pinochet, él no colaboró en nada. Fuimos a La Moneda y él nos ofreció ayuda, pero le dijimos que no necesitábamos dinero porque ya teníamos los recursos". De todas formas, le dijo al ex gobernante de facto que su oferta podría servir para una segunda etapa que contemplaba la construcción de un gimnasio y una piscina: "Pinochet le dio la orden al General Carlos Ojeda, quien estaba a cargo de la Digeder, y él le dijo que no había recursos. Le explicó que no convenía que otro estadio tuviera más importancia que el Nacional. Él era contrario a nuestro movimiento, que buscaba la independencia de la Asociación y nos puso condiciones; nos dijo que llenáramos el estadio de tierra para que el aforo se redujera a 25 mil personas".

Alfredo Asfura, quien fue gerente de los albos en 1979, también desmiente que Colo Colo haya recibido dinero gubernamental. "Me consta de que no tuvo influencia el Gobierno. De acuerdo a las expresiones y análisis, fue un esfuerzo dirigencial y de sus socios".

El recuerdo es más vago para Sergio Fernández, ministro del Interior en aquella época. "La verdad es que no sé si hubo algo. Puede ser que sí como puede ser que no, pero no tengo mayor información al respecto". Mientras que Miguel Nasur, presidente de la ANFP en 1986, aseguró que pudo haber un aporte del Estado, pero descarta que haya sido sustancial.  "Soy testigo de que don Antonio Labán donó el terreno. Menichetti, Dragicevic y Vergara lo reinauguraron después con sacrificios de dirigentes y socios. Seguramente, recibieron una ayuda mínima de la Digeder. Fue gran trabajo de la gente de Colo Colo".

De esta forma, el martes 4 de octubre de 1988, un día antes del Plebiscito, Dragicevic le comunicó a los medios que ya contaban con el dinero para terminar el Monumental. Días antes se había realizado con éxito la Colotón, donde hinchas y empresas aportaron para terminar el ansiado proyecto. "El estadio se hizo con el esfuerzo de los colocolinos. Las palabras de Sabat son desafortunadas y están basadas en una mentira. Es la reacción de un mal perdedor", finaliza Dragicevic.

Días después de sus declaraciones, el alcalde insistió. Aseguró que trabajadores de programas estatales participaron en la construcción del Monumental. Su afirmación es rechazada por Patricio Vildósola, ex presidente albo en 1984. "¡Por favor! Si todos los chilenos pagamos con el PEM y el POJH. Dejen la política y el deporte afuera. Este señor (Sabat) hizo una proposición para demoler el Nacional. Está como camaleón y dice las cosas según su conveniencia política".

El ex dirigente fue el responsable del título de presidente honorario que tuvo Pinochet en Colo Colo. "Para cualquier institución deportiva es importante que el Presidente de la República sea presidente honorario. También lo fue Aylwin, y ojalá lo hubiesen sido todos. Me cayó muy mal que lo sacaran de los registros. Él nunca puso un peso, incluso, fue a votar por Eduardo Menichetti en la elección contra Peter Dragicevic", recuerda Vildósola.

Un equipo conveniente

No resulta difícil comprender que desde el Gobierno quisieran ayudar a Colo Colo con su estadio, sobre todo si se tiene en cuenta que el ofrecimiento se hizo pocos días antes del Plebiscito, justo cuando Pinochet y compañía hacían todo lo posible para sumar adeptos y así permanecer en el poder. En este crucial escenario qué mejor que parecer benefactor del equipo más popular del país.

Años antes, los asesores del dictador se habían dado cuenta de la conveniencia de usar al cuadro Popular cuando alguna contingencia amenazaba sus intereses. Esto lo hacían a través del canal estatal.  "Había una buena relación de Colo Colo con TVN y había vínculos con Dragicevic y Menichetti. Se trajo a Elías Figueroa, quien después estuvo en el Área Deportiva comentando", explica Carlos Ramírez, ex productor de TVN. El canal tenía la orden de organizar torneos exprés para que coincidiera con alguna protesta importante. "Los cuadrangulares se hacían fuera de Santiago, y eran cuando se anunciaba alguna protesta. Siempre se contaba con Colo Colo. Así, la gente estaba en sus casas y no salía. Era bueno transmitir a Colo Colo, porque daba rating y nos permitía competir con Sábados Gigantes y Don Francisco", agrega Ramírez.

El próximo año, la historia del Monumental cumplirá su sexta década. Durante años, el mítico recinto ha sido testigo del esfuerzo de dirigentes e hinchas y de una discusión que ya parece eterna.