Finales de Champions, títulos de Liga, clásicos. Pep Guardiola vivió todo tipo de partidos, y con éxito, al mando del Barcelona. Pero en estos cuatro años hubo un duelo que sí ya antes era considerado el más atractivo del fútbol mundial, aumentó aún más el interés que generaba: los encuentros con el Real Madrid, ante la presencia de José Mourinho en la banca. Y es que los choques con el portugués, desde que estaba en el Inter, se convirtieron en el clásico personal del catalán.

Los enfrentamientos entre ambos entrenadores también se convirtieron en un choque de estilos tanto personales como en sus visiones de juego.

El medio catalán Sport, "el dominio de Guardiola en sus enfrentamientos directos contra Mourinho es incontestable" enfrentando al Inter y Real Madrid. Pep ganó siete, empató cinco y perdió tres ante "Mou". Y destacan entre los triunfos más recordados el 5-0 en el Camp Nou de noviembre de 2010 o el 0-2 conseguido en la ida de las semifinales de la Champions de la pasada temporada, que generó un conflicto de declaraciones.

Los triunfos de Mourinho han sido menos, pero importantes. Como la eliminación del Barcelona, en semifinales de la Champions 2010 ante el Inter, cuando se criticó el planteamiento defensivo del portugués. Se suma la final de Copa del Rey del año pasado, que ganaron los merengues con gol de Cristiano Ronaldo en el alargo y el último clásico en el Camp Nou, que el fin de semana pasado le dejó servido al Real Madrid el título de la Liga.

LOS DUELOS VERBALES
Guardiola tiene un estilo en sus declaraciones, que a veces exagera lo políticamente correcto. Pero Mourinho logró sacarlo de su habitual tranquilidad. "El es el puto jefe y el puto amo aquí, en la sala de prensa, y yo no quiero competir", expresó el catalán en la conferencia de prensa en el Santiago Bernabéu, durante las semifinales de la Champions del año pasado.

Pep estaba cansado de los ataques de "Mou" y sus acusaciones de que al Barcelona lo ayudaban los árbitros.

Finalmente, avanzaron a la final los catalanes, lo que provocó que el portugués se lanzará con fuerza en sus declaraciones, lo que le significó una sanción de la UEFA.

Pero quedaba más. En el duelo de vuelta de la Supercopa de España, el partido terminó "caliente" y entre empujones y amenazas, Mourinho le metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova, ayudante de Guardiola, quien ahora reemplazará a Guardiola en la banca. Tras el incidente, el portugués primero ninguneó al agredido ("¿Quién es 'Pito' Vilanova?") y después, en un carta en el sitio oficial del Real Madrid, sólo se disculpó con el madridismo.

Durante esta temporada los conflictos siguieron. "Hay otra gente que vende una imagen diferente de la mía, pero somos todos iguales" dijo el portugués.

"Sé que Mourinho ha comentado que al final nos parecemos en más de lo que parece. Sí, nos parecemos en que los dos queremos ganar, no hay duda. Aunque si en lo otro me he comportado como él, tendré que revisar mi comportamiento. Mi único objetivo es no hacer quedar mal a mi institución y jugadores", contestó Pep.

El contraataque de "Mou" fue que "yo entreno, y como entrenador imperfecto que soy, cuando veo en un partido algo que no me gusta, lo digo. Otros más listos mantienen la cara de gente perfecta, pero hay otros que hablan por ellos".

Un verdadero clásico que entrará en un período de pausa hasta que Guardiola vuelva a dirigir.