28 de junio. Ultimo minuto del alargue de los octavos de final del Mundial de fútbol, entre Chile y el local, Brasil. El marcador está 1-1. Mauricio Pinilla, tras recibir un preciso pase de Alexis Sánchez, al borde del área rival, saca un zapatazo que termina pegando en el travesaño. Sería el inicio del final del viaje de la Roja en tierras brasileñas, y el momento más emotivo del año para los distintos actores del deporte nacional.
Lo que ocurrió después es historia conocida. La Selección cayó por penales ante un Scratch que terminó de rodillas y agradeciendo con rezos su avance.
"Esa jugada va a quedar marcada, y no por el hecho de ser la mejor de todos los tiempos", dijo Pinilla unos días después.
Los hinchas nacionales, sin mucho tiempo para procesar que se había estado a centímetros de eliminar al anfitrión, visualizaron otra emotiva escena: el llanto de Gary Medel.
Esto también llamó la atención de los votantes. El Pitbull, quien jugó con un desgarro en su muslo izquierdo, adormecido y afirmado con cintas kinésicas en la zona, no aguantó la tristeza de la eliminación, y se le cayeron las lágrimas, en pleno campo del Mineirao.
Dos escenas del mismo momento, que ya están en la historia del deporte nacional.