El Papa Benedicto XVI celebró hoy su cumpleaños número 85 recibiendo numerosas visitas, en compañía de su hermano mayor y del primer ministro de su Baviera natal, Horst Seehofer, entre otros.
"Estoy ante el último tramo del camino de mi vida y no sé qué cosa me espera", indicó Benedicto XVI. "Sé, sin embargo, que la luz de Dios existe, que él ha resucitado y que su luz es más fuerte que cualquier oscuridad, y que la bondad de Dios es más fuerte que cualquier maldad de este mundo. Esto me ayuda a actuar con seguridad", agregó el Papa.
El Pontífice comenzó el día oficiando una misa en la Capilla Paulina en el Palacio Apostólico, a la que asistieron obispos de Baviera y el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el arzobispo Robert Zollitsch.
Benedicto XVI es uno de los Papas de mayor edad de la Iglesia Católica. Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927 en Markt am Inn, en Baviera, y fue bautizado el mismo día en la iglesia de su pueblo natal con el nombre de Joseph Aloisius Ratzinger.
Originalmente, Benedicto XVI pretendía continuar su rutina normal, como destacó el secretario papal, monseñor Georg Gaenswein. "No habrá festividades solemnes en el Vaticano por el Papa, sino una fiesta familiar, como él mismo deseaba", dijo en una entrevista con la revista Gente.
Sin embargo, finalmente celebró tres audiencias privadas en el Palacio Apostólico.
Entre las numerosas felicitaciones que recibió se encuentra la de la Conferencia Episcopal italiana, que le envió un telegrama deseándole un largo pontificado en la silla de Pedro y alabó sus enseñanzas y su liderazgo "incansable" de la Iglesia Católica mundial.
Benedicto pasó un par de semanas intensas, con una visita de seis días a México y Cuba y las celebraciones de Semana Santa del Vaticano. Tras unos días de descanso en su residencia de verano, en Castel Gandolfo, en las colinas al sur de Roma, regresó al Vaticano el domingo para recibir a su hermano Georg Ratzinger, de 88 años, que llegaba de Ratisbona, en Alemania.