El Papa Francisco y el consejo de  cardenales que lo asesora, llamado el 'G-8', examinaron este martes la delicada situación del Banco del Vaticano, sacudido en los últimos años por escándalos de corrupción, lavado de dinero e intrigas.

El pontífice, acompañado de sus asesores, se reunió con la Comisión del Instituto para las Obras de Religión (IOR), presidida por el cardenal italiano Raffaele Farina.

"Ninguna decisión fue tomada", indicó el director de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi, durante una rueda de prensa.

A las reuniones asistió el secretario de Estado, Pietro Parolin, quien recibirá el sábado el título cardenalicio junto con otros 18 cardenales, de los cuales seis son latinoamericanos.

La reforma de la controvertida gestión de las finanzas del Vaticano es uno de los mayores desafíos para el papa argentino, quien prometió tras su elección en marzo poner orden en el IOR, instaurando controles más estrictos en esta  institución tristemente célebre en Italia por su implicación en varios escándalos de blanqueo.

"Se examinó la misión del IOR" así como "las causas y los problemas" que la  entidad ha tenido en el pasado y se estudiaron las "posibles orientaciones" para renovar la entidad financiera del Vaticano, contó Lombardi.

"El Papa quiere tener una visión de conjunto de cara a la  reorganización de su gobierno y sus estructuras", explicó el vocero papal, quien reiteró que se trata de una tarea compleja, para la cual es necesario tomarse el tiempo necesario.

Durante las reuniones, coordinadas por el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, se examinó la situación del banco con los revisores internacionales de cuentas y con Joseph Zahra, presidente de la Comisión.

Las sesiones de trabajo, calificadas de "muy intensas" por el vocero papal,  han sido dedicadas a revisar los análisis hechos en estos meses de la compleja situación de la Curia Romana en base a  "informes, ideas y propuestas".

El miércoles, el Papa y sus asesores se reunirán en la tarde con el Consejo  de los 15, el organismo creado por Juan Pablo II para que las iglesias locales tuvieran mayor control en las cuentas del Vaticano.

Las reuniones continuarán el jueves y viernes con el Consistorio Extraordinario, o asamblea extraordinaria de cardenales, convocado por el papa para hablar de la familia contemporánea.

Se trata de una reunión preparatoria para el sínodo de obispos de todo el  mundo que se celebrará en octubre del 2014.

El sábado se llevará cabo la ceremonia solemne para la investidura de los primeros 19 nuevos cardenales del pontificado de Francisco, de los cuales 16 podrán elegir a su sucesor.

El Papa argentino privilegió a la iglesia de América Latina con la  designación de seis cardenales, oriundos de Argentina, Brasil, Chile, Haití, Nicaragua y la isla antillana Santa Lucía.