El papa Francisco agradeció el sábado a Jordania por aceptar a cientos de miles de refugiados que huyen de la guerra civil en Siria y reclamó una solución pacífica y "urgente" del conflicto en la nación vecina. El pontífice formuló sus declaraciones al iniciar una visita de tres días al Oriente Medio.
El papa también elogió a Jordania por la "coexistencia serena" de cristianos y musulmanes en el reino y pidió mayor protección para las minorías cristianas en la región, en declaraciones preparadas, frente al rey Abdulá II y líderes políticos y religiosos en el palacio real.
"La libertad religiosa es un derecho fundamental y no puedo dejar de manifestar mi esperanza de que será respetada en todo el Oriente Medio y en el mundo entero", afirmó.
El avión con la comitiva papal llegó al aeropuerto internacional Reina Alia, de Amán, el sábado por la tarde, en la primera escala de una gira de tres días que lo llevará a Belén y Jerusalén. Fue recibido por el príncipe Ghazi bin Mohamed, asesor principal del rey para asuntos religiosos y culturales. Inmediatamente fue al palacio del monarca en un sencillo sedán de cuatro puertas, rodeado de una caravana de motocicletas. Pequeños grupos de personas que hacían ondear banderas jordanas y del Vaticano lo saludaron a su paso.
En el palacio, Francisco fue recibido por el rey Abdulá y la reina Rania, con los hijos de la pareja real. En su discurso en el palacio, el papa dijo que la "generosa acogida" jordana de los refugiados sirios merecía el aprecio y apoyo mundial.
Jordania abrió el mes pasado un tercer campamento de refugiados, como evidencia de la carga que crea el conflicto en Siria. Jordania ha acogido ya a 600.000 refugiados registrados de la guerra siria, equivalente al 10% de su propia población, aunque funcionarios jordanos calculan que la cifra real es más del doble.
"Agradezco a las autoridades del reino por todo lo que están haciendo y les aliento a perseverar en sus esfuerzos de buscar una justicia duradera para toda la región", dijo Francisco. "Este objetivo requiere urgentemente que se halle una solución pacífica a la crisis en Siria, como también una solución justa al conflicto Israelí-palestino".
El pontífice se aprestaba a dar una mirada de primera mano a la situación de los refugiados sirios, iraquíes y palestinos el mismo sábado durante la celebración de la misa en el estadio internacional de Amman, después de la cual visitará a unos 600 refugiados y niños incapacitados en una iglesia en Betania junto al río Jordán, cerca del lugar donde se cree que Jesús fue bautizado.
Los cristianos representan un 5% de la población siria, pero los ataques a las ciudades de mayoría cristiana por parte de los rebeldes que luchan contra el régimen del presidente sirio Bashar al Assad ha indignado a las minorías religiosas en el país por el papel creciente de extremistas islámicos en la rebelión. Los cristianos creen que son atacados, en parte, debido al sentir anticristiano entre los extremistas musulmanes suníes y también como castigo por lo que perciben como su apoyo a Assad.
Francisco ha lamentado reiteradamente la situación de los refugiados en todo el mundo y ha denunciado la "globalización de la indiferencia" que suele recibirlos en sus nuevos destinos.
El rey Abdulá se refirió a la coexistencia entre cristianos y musulmanes y dijo que había buscado respetar "el verdadero espíritu del islam, el islam de la paz".
Sobre el conflicto Israelí-palestino el monarca dijo que "la condición de 'denegación de justicia' a los palestinos, el temor al otro, el temor al cambio, es la vía de la ruina mutua y no del respeto mutuo".