En medio de la investigación por los supuestos escándalos sexuales en que estaría involucrado el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el Papa Benedicto XVI reclamó a la sociedad y a las instituciones públicas reforzar valores éticos.
Aunque no se refirió directamente a Berlusconi, Benedicto XVI se quejó de una "cierta debilidad" en los principios éticos y la moralidad. El "debilitamiento en la percepción de los principios morales sobre los que se funda el derecho y en los comportamientos morales personales" agudiza el sentimiento de "inseguridad", generado por los "profundos cambios" que marcan la época en la que vivimos.
Unos cambios que, según recalcó el Pontífice al recibir hoy en audiencia a los dirigentes y funcionarios de la policía de Roma, son debidos a la "precariedad social y económica".
A su vez el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Angelo Bagnasco, dijo que el consejo permanente de esta institución, programado para el próximo lunes, abordará la situación sobre Berlusconi, en el llamado caso Ruby.
Ayer el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, dijo que la Santa Sede sigue con "atención" y "preocupación" las informaciones que aparecen en los medios italianos. Añadió que la Iglesia invita a todo el mundo, "sobre todo a aquellos que tienen una responsabilidad política en cualquier ámbito administrativo, político y judicial, a asumir un compromiso de una mayor moralidad, así como de un sentido de justicia y legalidad".