El papa Francisco reconoció hoy que su viaje de tres días a Tierra Santa le permitió "fomentar el camino de la paz y la reconciliación entre los pueblos y las religiones", según afirmó a su llegada hoy a Roma.
El papa Francisco aterrizó a las 23.00 horas en el aeropuerto de Ciampino de Roma y se dirigió de inmediato a su residencia en Ciudad del Vaticano.
"A la vuelta de mi peregrinación en Tierra Santa, donde he podido fomentar el camino de la paz y la reconciliación entre los pueblos y las religiones, le dirijo a usted, señor presidente, y al pueblo italiano, mis mejores deseos", señaló Jorge Bergoglio.
Así se expresó el máximo representante de la Iglesia católica en un telegrama enviado al presidente de Italia, Giorgio Napolitano, minutos después de aterrizar en la capital, según recogió la agencia de noticias Ansa.
El pontífice quiso, asimismo, dirigir una plegaria a Dios para que reine "la armonía y el bien de toda la nación".
Con este mensaje, el papa dio por finalizado su peregrinaje por Tierra Santa, un viaje de tres días que inició en Jordania y que lo llevó también a Belén y Jerusalén.
INTENTO DE INCENDIO EN ABADÍA
Por otro lado, la abadía de la Dormición, vecina al disputado Cenáculo, sufrió hoy un intento de incendio pocos minutos después de que el papa Francisco celebrara una misa con diversos responsables religiosos en ese lugar donde la tradición cristiana sitúa la Última Cena, informaron a Efe varios testigos.
Según los mismos, poco después de que el pontífice abandonara el lugar, y cuando los franciscanos retiraban las cruces del recinto, un desconocido prendió fuego a un libro, lo introdujo entre los bancos y una pira de pequeñas cruces de madera, y desató un incendio que pudo ser rápidamente controlado.
"Llamamos inmediatamente a la Policía, y afortunadamente todavía estaba el dispositivo de seguridad por la visita del papa. Los bomberos vinieron y pudieron controlar las llamas", explicó a Efe uno de los monjes benedictinos que gestionan la abadía.
Efectivos de la policía israelí investigaban los hechos en el interior de la austera iglesia, construida en piedra, donde cuatro horas después del presunto ataque aún se percibía un potente olor a humo.