El Papa Benedicto XVI cerró filas con su número dos, el cardenal italiano y secretario de Estado  Tarcisio Bertone, objeto de ataques internos en el Vaticano revelados por la  difusión de documentos confidenciales del llamado caso "Vatileaks".

"Al haber constatado las injustas críticas emitidas contra usted, quiero  reiterarle la expresión de mi confianza personal", escribió el Papa en una  carta divulgada hoy, redactada antes de partir ayer hacia su residencia de verano de Castel Gandolfo, según un comunicado del Vaticano.

Benedicto XVI recordó que ya le había expresado su confianza en una carta  el 15 de enero de 2010, cuyo contenido "no ha cambiado".

"Deseo expresarle mi reconocimiento por su discreta cercanía y sus  iluminados consejos, que me han servido de particular ayuda en estos últimos  meses", agregó el pontífice, al mencionar indirectamente el escándalo generado por la filtración de documentos reservados.

La imagen del Vaticano salió perjudicada por la filtración de un centenar  de documentos internos, entre ellos numerosas cartas privadas dirigidas al Papa o a su secretario, lo que ha provocado una de las mayores crisis del papado de Benedicto XVI al poner en entredicho incluso su liderazgo como guía de la  Iglesia católica.

Según la prensa italiana, el mayordomo Paolo Gabriele, quien se  encuentra detenido por esas filtraciones, no era el único en proveer documentos  a los periodistas y al menos dos cardenales podrían estar involucrados en el  escándalo, que tiene como objetivo desacreditar a un sector del episcopado italiano con ambiciones de llegar al trono de Pedro en la próxima elección  papal.

En una entrevista divulgada a mediados de junio, el cardenal Bertone  lamentó "la mezquindad", "las mentiras" y "las calumnias" contra la Iglesia y  aseguró que se trata de un "intento encarnizado y repetido de separar, de crear división entre el Santo Padre y sus colaboradores y entre los mismos  colaboradores", explicó.

El cardenal Bertone, de 77 años, presentó en diciembre del 2009 su renuncia como es tradición al llegar al límite de edad, pero el Papa la rechazó,  confirmándolo en varias ocasiones en el cargo. El purpurado es desde el 2007 "camarlengo de la Santa Iglesia romana", por lo que se convertirá en una especie de regente del pontificado en el caso de  que Benedicto XVI muera.

PERFIL
Considerado como un eclesiástico extrovertido, enérgico y con ideas  conservadoras, Bertone, nacido el 2 de diciembre de 1934 en Romano Canavese,  cerca de Turín (norte de Italia), más que un diplomático, como corresponde  tradicionalmente al delicado cargo, es un experto en asuntos internos de la  Iglesia.

Bertone reemplazó al cardenal italiano Angelo Sodano, mano derecha de Juan  Pablo II durante 15 años, y se le critica por su falta de tacto diplomático,  sus excesivos viajes y un manejo "autoritario" de su equipo de trabajo.

El Papa renovó a finales de junio a parte de la Curia Romana, el gobierno  central de la Iglesia, y los vaticanistas estiman que Bertone abandonará el  cargo en los próximos meses.

Según casi todos los diarios italianos, el Papa habría decidido que el  nuevo Secretario de Estado sea un extranjero proveniente de la escuela  diplomática vaticana y hasta llegó a divulgar una lista de candidatos.

Gianluigi Nuzzi, autor del libro "Su santidad, las cartas secretas de  Benedicto XVI", que contiene un centenar de documentos confidenciales y cartas  dirigidas al Papa, estima que esos textos sacan a la luz "los enfrentamientos  secretos y trampas a todo nivel" existentes en los palacios apostólicos.