El domingo 29 de julio será un día difícil de olvidar para los trabajadores del Zoológico Metropolitano. Ese día no solo tuvieron que poner en práctica los procedimientos de emergencia, sino que también dar muerte a un ejemplar de tigre blanco, un macho de 8 años llamado Pampa, que atacó de forma casi mortal a su cuidador José Silva.
El accidente se produjo a las 09.10 horas, horario en que se alimentan los animales y se limpia los recintos en los que se encuentran. En ese momento, el acompañante de Silva dio la clave roja mediante radio y un sonido que solo los cuidadores del parque saben reconocer. Esa alarma indicaba que algo había salido mal en la "calle de los felinos" como es conocido el sector en el que están los tigres, leones y otros animales de esa especie en el zoológico.
Tal como relató Mauricio Fabry, director del recinto, a La Tercera, en pocos minutos dos equipos, que en total contaban a ocho personas, llegaron al lugar. Un equipo estaba a cargo del anestésico para inmovilizar al animal, en el otro había un disparador autónomo, encargado de dar muerte al animal si peligraba la vida de algún cuidador. Al llegar a la "calle de los felinos" se dieron cuenta que el animal estaba sobre José Silva y que la única opción para salvarlo era disparando al tigre.
"El plan fue activado muy rápidamente, la alarma se decretó a las 9 con 10 minutos, y a las 9 y media, ya estaba siendo recibido en el hospital José Silva, este procedimiento no duró más allá de cinco minutos, son momentos y segundos que son preciosos y por lo tanto se actúa en forma automática de acuerdo como están entrenados y como lo dice el plan", dijo el director del zoológico al explicar la emergencia y como se actuó.
Al ser consultado sobre por qué no se usó analgésicos para dormir al animal, el director del recinto señaló que no era viable, dado que la vida del cuidador estaba en peligro.
Tal como consignó el Hospital del Trabajador mediante un comunicado de prensa, José Silva ingresó a las 9.35 horas del domingo a la urgencia con diversas heridas, siendo la más importante la fractura de uno de sus hombros. Silva fue sometido a una operación y se recupera en forma satisfactoria luego del accidente.
Mientras, se realizan cuatro investigaciones para determinar las razones del accidente, seguramente uno de los más graves que ha enfrentado el Zoológico Metropolitano y el trabajador José Silva en los 25 años de experiencia al cuidado de los felinos.