Las redes sociales ardían antes del piscinazo de la nueva Reina del Festival: Nicole Luli Moreno. Los comentarios más frecuentes entre los periodistas presentes eran que la soberana no sabía nadar, y por la demora del chapuzón, que estaba programado para el mediodía y que finalmente se llevó a cabo con más de una hora de atraso. "Una sorpresa muy grande. Se viene tremendo y espero que les guste. Marcará un hito", prometía Luli para su chapuzón, y cumplió.

Ante más de 400 periodistas acreditados, con drones y cámaras acuáticas incluidas, la blonda Reina de Viña 2016 apareció en la piscina del Hotel O'Higgins con una capa roja, pero a minutos eso desapareció y quedó al descubierto su cuerpo sólo adornado por pétalos de rosas rojas, como en la cinta Belleza Americana, una ardua labor que nuevamente quedó a cargo de Marlon Parra, dueño de Tatoo Rockers. El artista es el mismo que pintó a Sigrid Alegría en 2014 y que puso los cristales en Jhendelyn Núñez en 2015.

Luego de posar por unos minutos para la prensa, y tras un conteo vino lo esperado: Luli, se lanzaba al agua.

"Estoy feliz, la verdad es que lo estoy disfrutando un montón", fueron las primeras palabras de la Reina, aún en el agua. Pero la realidad es que al principio no fue todo tan tranquilo, ya que tras el chapuzón, se evidenció que Luli no sabía nadar, y comenzó a aletear un poco complicada. Además como también pasó en el piscinazo anterior con Núñez, el pegamento al que estaban adheridos los pétalos de Luli se comenzaron a despegar. A pesar de eso, la modelo no se mostró nerviosa y cubrió su delantera con los brazos, sin salir del agua.

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