Ante Colombia, Chile no jugaba bien, pero lograba mantener controlado al rival hasta que a los 36' Gary Medel fue expulsado. Y pese a que cinco minutos después Matías Fernández abrió el marcador, la "Roja" no logró reaccionar a la roja del volante y perdió por 3-1. Claudio Borghi, por su suspensión, vio todo desde una caseta sin poder intervenir y por eso es que para los duelos ante Ecuador y Argentina la idea del cuerpo técnico es determinar antes la mayor cantidad de variables que se pueden dar y definir las respuestas que se aplicarán ante estas situaciones.

Cuando Medel recibió la tarjeta roja en el Monumental, en el descanso Borghi mandó una carpeta con algunas instrucciones. Ahora, la idea es que eso esté conversado desde antes. El plan que trabajará el cuerpo técnico de Chile incluirá caminos a seguir ante la expulsión de determinados jugadores, variantes por lesiones y frente a un marcador adverso, entre otros asuntos.

La idea es ponerse en todo los escenarios posibles. De hecho, en el plan del "Bichi" hay alternativas de cambios en caso de un jugador determinado sea expulsado. Es decir, si la baja es defensiva o de ataque, los asistentes del DT tendrán un plan distinto para reaccionar. Así también si el gol a favor o en contra llega en el inicio del partido o cerca del final.

Borghi seguirá el partido desde una caseta, mientras que en la cancha, el PF Hernán Torres (que ya cumplió el castigo) será el encargado de coordinar las instrucciones, junto a Jaime Vera y Miguel Ramírez.

En todo caso, pese a este "manual" se que elaborará, el "Bichi" dijo que Vera tendrá libertad al borde de la cancha. "El es el encargado y tiene toda la libertad para hacerlos (los cambios), más allá de que algunas cosas están previamente habladas. Sería muy irrespetuoso decirle algo, porque tiene más experiencia que yo. Tengo plena confianza", comentó ayer Borghi, en la esperada conferencia de prensa que dio en Quito.

El viernes, el DT dará la última charla en el hotel y llegará al estadio en un auto particular, para después retirarse sin pasar por el camarín.