Con un micrófono en mano, casi como si se tratara de un programa de televisión, y con muchas bromas de por medio, todo fiel al estilo desenfadado del nuevo primer ministro de Italia, Matteo Renzi, fue la presentación el miércoles de un paquete de reformas para apostar a la recuperación económica del país, con el norte en la presidencia de la Unión Europea que ocupará ese país en el segundo semestre.
Se trató de su primera rueda de prensa desde que llegó al poder hace dos semanas y media, y en ella Renzi, de 39 años, dijo que su Ejecutivo aprobó 10.000 millones de euros (US$ 13.900 millones) en rebajas tributarias para trabajadores de ingreso bajo y medio, además de una reducción al impuesto empresarial, a partir del 1 de mayo. Sostuvo que las rebajas serían financiadas con una mezcla de recortes al gasto y una mayor libertad de endeudamiento. "El financiamiento está completamente programado", remarcó y sostuvo que con esto no se superará el límite al déficit presupuestario del 3% impuesto por la Unión Europea.
"Esto es ser de izquierda, esta es la medida más de izquierda aprobada en los últimos años", declaró en tono rimbombante al destacar que desde mayo, los 10 millones de trabajadores de italianos que ganan menos de 1.500 euros netos recibirán un adicional de unos 100 euros gracias a la rebaja fiscal. Así, el ex alcalde de Florencia dijo que su programa para estimular la economía era el más ambicioso de la historia del país. "Esta es una de las mayores reformas fiscales que podamos imaginar", declaró.
Italia está teniendo dificultades para salir de su peor recesión tras la II Guerra Mundial, y el primer ministro ha dejado claro que la creación de empleo y el crecimiento, más que la austeridad, serán los objetivos de su gobierno. Eso sí, dijo que los detalles de los recortes fiscales se presentarán en abril en el documento anual con las previsiones gubernamentales. Este mes, la Comisión Europea puso a Italia en su lista de vigilancia, junto a Eslovenia y Croacia, debido a su baja productividad y alta deuda pública. Ayer la Comisión Europea saludó las reformas de Renzi, pero recordó que debe respetar las normas bajo el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Renzi habló después de que la Cámara de Diputados aprobara una nueva ley electoral, que él había pactado con el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, que pretende garantizar la formación de gobiernos más estables. La reforma, que debe pasar por el Senado, favorece a los partidos más grandes y las coaliciones más fuertes. Con este pacto se demostró, además, la fuerte influencia que tiene Berlusconi, pese a que no puede ocupar ningún cargo político por una condena judicial.