El año pasado, antes de asumir la banca de Real Madrid, Carlo Ancelotti les solicitó a los dirigentes merengues la contratación de Arturo Vidal. En ese momento, en el cuadro blanco todos los sentidos, y también los euros, estaban puestos en el fichaje del galés Gareth Bale, por lo que el deseo del DT no fructificó.
Ahora, Ancelotti cree que no hay excusas para no ir definitivamente a la carga por el chileno. Sobre todo tras conocer los últimos informes médicos del mediocampista de Borussia Dortmund, Ilkay Gündogan, quien no juega desde agosto por problemas en la espalda, y que era hasta hace unos meses el principal objetivo de los directivos del conjunto madrileño.
Por ello, ya habría autorizado la venta a final de temporada de Angel Di María y Sami Khedira, a modo de hacer dinero suficiente para adquirir el pase de Vidal a Juventus. "Cuando el año pasado sondearon el precio del chileno, desde Italia dijeron que no lo vendían por menos de US$ 65 millones. Ahora, esa cifra debió aumentar y seguramente si hace un buen Mundial, podría subir aún más", enfatiza Juan Ignacio García Ochoa, autor del artículo de portada del diario "Marca", donde se señala que Real Madrid sigue a Vidal.
Juventus, que en diciembre pasado oficializó la renovación del volante nacional hasta junio de 2017 a cambio de US$ 7,4 millones anuales, sabe que al final de la campaña los principales clubes europeos irán a tocar la puerta por Vidal. Por ello, analizan hacerle una mejora salarial importante, de casi un 30 por ciento con el fin de que Real Madrid, Manchester United y Mónaco, entre otros interesados, no la tengan fácil para llevárselo. La guerra por el chileno recién comienza.