La imagen de un producto o servicio tiene un valor que se expresa en la marca. Con esta es posible proteger ese patrimonio de terceros o de quienes pretendan adueñarse de ese posicionamiento en los consumidores. Cuando un empresario decide registrar su marca se apropia del derecho exclusivo a utilizarla para identificar sus bienes o servicios.
Existen muchas razones por las cuales se busca la protección de la propiedad industrial e intelectual. Los conflictos relacionados con la propiedad de este tipo de bienes han abarcado temas tales como la protección del consumidor, el impulso a la innovación tecnológica, la inversión en conocimiento, la protección de obras artísticas y la protección a la libre competencia.
Para estos efectos hay que distinguir entre la propiedad industrial orientada a los privilegios industriales (marcas, patentes, diseños industriales, modelos de utilidad, entre otros) y la propiedad intelectual, que se orienta más bien a la protección de las obras científicas, artísticas y literarias en general.
Por otra parte, debe diferenciarse la protección de la imagen e identidad (a través de las marcas comerciales y los nombres de dominio) de la protección al conocimiento (a través de las patentes de invención, modelos de utilidad, diseños, entre otros).
Debido al carácter inmaterial de los bienes sobre los cuales se ejercen estos derechos (la idea sobre una invención no deja de ser inmaterial por el hecho de fijarse en un soporte), estos bienes pueden usarse por muchas personas a la vez y divulgarse rápidamente, todo lo cual aumenta las posibilidades de infracción a tales derechos, más aún en la era de las comunicaciones. Esta circunstancia, ha obligado a crear medidas efectivas para una debida protección de los derechos intelectuales.
MARCAS COMERCIALES
Las marcas comerciales facilitan al consumidor su elección de bienes y servicios ya que permiten la distinción de unos y otros versus los de la competencia. Las marcas pueden consistir en una palabra o en una combinación de palabras, letras y cifras y para asegurar su función distintiva se han establecido requisitos para registrar signos o expresiones como marcas comerciales.
Una marca garantiza a su titular el derecho exclusivo a utilizarla para identificar bienes o servicios, y permite impedir que terceros no autorizados utilicen signos idénticos o altamente similares. El titular de una marca puede autorizar a un tercero (por medio de un acuerdo que se denomina "Licencia) a utilizarla a cambio del pago de una suma de dinero.
El período de protección que confiere el registro de una marca es de 10 años, pero puede renovarse indefinidamente.
Las marcas comerciales pueden consistir en: Marcas denominativas (marca que sólo se compone de palabras, letras y cifras); Marcas mixtas (contiene tanto palabras como un diseño); y Marcas figurativas (compuestas solo por un logo o diseño).
Nuestra ley también permite el registro de las llamadas frases de propaganda (frases que se relacionan con un producto o empresa) y recientemente el registro de marcas sonoras.
PARA TENER EN CUENTA
Tanto a nivel mundial como en nuestro país, la obtención de una marca requiere el cumplimiento de una serie de formalidades, las que constituyen un procedimiento con diferentes etapas, donde el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) evalúa el cumplimiento de los requisitos establecidos en la Ley 19.039 y sus modificaciones, junto con su reglamento.
Según la ley de Propiedad Industrial, por marca comercial se entiende todo signo utilizado para distinguir en el mercado, productos, servicios, establecimientos industriales y comerciales.
Al presentar una solicitud de marca comercial se debe distinguir productos y/o servicios determinados. Y para estos efectos nuestro país utiliza el Clasificador Internacional de Niza.
En Chile, se pueden pedir como marca comercial, todo signo susceptible de representación gráfica, en especial, las palabras, posean o no un significado, vale decir términos de fantasía, nombres de personas, cumpliendo las exigencias de la ley, las letras, números, las etiquetas, sean que posean un elemento denominativo reivindicable o no.
El procedimiento de registro de marcas comerciales en Chile, que se lleva a cabo ante el Inapi y comprende tres etapas: 1) ingreso y examen de forma de la solicitud, 2) Trámite de la publicación del extracto en el Diario Oficial, 3) Examen de fondo de la solicitud.
El trámite de registro que no ha sido objeto de oposición u observación alguna dura aproximadamente seis meses.
Sin embargo, se podrá comenzar a utilizar la marca desde el momento en que inicia el trámite. No obstante, se debe tener en cuenta que no podrá realizar ningún tipo de acción legal contra quien utilice la misma marca o un nombre similar hasta obtener efectivamente la titularidad de la marca.
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