El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal fue el ganador de la XXI edición del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana que se reveló este jueves.
El jurado, que se reunió en el Palacio Real de Madrid, estimó que el reconocimiento implícito de este premio debía ser para la obra del sacerdote y escultor de 87 años, tras considerar que su trabajo es un aporte relevante al patrimonio cultural de Iberoamérica y España.
El galardón, uno de los más importantes en este género, está dotado con 42.100 euros. Lo conceden anualmente Patrimonio Nacional español y la Universidad de Salamanca con el objetivo de premiar la obra poética de un autor vivo valioso para el patrimonio cultural iberoamericano.
El año pasado recayó en la poetisa cubana Fina García Marruz, por lo que se esperaba que este año fuera para un español, pero el galardón a Cardenal rompió esa regla no escrita. "No era justo que por motivos extraliterarios alguien tan significativo en la poesía del siglo XX se quedara fuera del premio", explicó en rueda de prensa Luis Antonio de Villena, miembro del jurado.
Cardenal se impuso en las últimas y reñidas deliberaciones a los españoles Antonio Colinas y María Victoria Atencia, finalistas junto a él.
Ha sido una decisión "muy acertada" porque al Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana "le faltaba el nombre de Ernesto Cardenal", dijo por su parte Jaime Siles, también miembro del jurado.
Cardenal, nacido en 1925 en la ciudad nicaragüense de Granada, es poeta y sacerdote católico. Entre sus obras se encuentran "Cántico Cósmico" (1989), "Epigramas" (1961), "Oración para Marilyn Monroe y otros poemas" (1965) y "El estrecho dudoso" (1966).
Defensor de la teología de la liberación, fue también ministro de Cultura de su país bajo el gobierno sandinista. Entre los galardones que ha recibido a lo largo de su carrera literaria se encuentra el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda.