"En este recinto prohibídas las parejas. Como también los estudiantes. No bote basura al piso. Gracias". Así advierte un curioso letrero instalado en la galería Remodelación Catedral de Concepción y que genera diferentes reacciones entre los transeúntes.
El cartel lleva más de veinte años emplazado en el recinto -de tipo comercial y de descanso- que fue construido en los años setenta por el arzobispado penquista y que una década más tarde pasó a manos de privados. Fue instalado allí, recuerdan, como una respuesta al "libertinaje" que acusaban antiguos residentes y empleados.
"Se veían parejas heterosexuales y homosexuales haciendo cosas indebidas en las tardes, por lo que se optó por poner el letrero", asegura Jaime Schuler, administrador hace 24 años de la galería.
La solución, acordaron en el momento, fue instalar la advertencia en el patio interior del recinto, para desincentivar las conductas molestas. "Con este cartel dejaron de venir y de ocurrir cosas indecentes, donde más de alguna vez tuvo que actuar Carabineros", agrega Schuler.
Consultado sobre la frase que atañe a los estudiantes, el administrador explica que "muchas veces se veían niños de uniforme bebiendo alcohol, fumando cigarro y otras cosas".
La galería Remodelación Catedral alberga unos 30 locales comerciales y diferentes oficinas en sus dos niveles, entre estas, parte de la dirección regional Servicio de Vivienda y Urbanismo.
En el sector, algunos locatarios y transeúntes encuentran razonable el letrero. "Esta plaza es muy tranquila y creo que, de no seguir el cartel, esto cambiaría", dice una oficinista.
Otros, en cambio,ven un sesgo discriminatorio en el aviso y temen que, incluso, vulnere garantías custodiadas por la ley de no discriminación o Ley Zamudio. "Yo soy estudiante y me siento con la libertad de pasear por donde yo quiera, sobre todo si es una plaza o un parque de la ciudad", sostiene Roberto Cifuentes.
Ximena Gauché, abogada experta en derechos humanos de la facultad de Derecho de la U. de Concepción, plantea que "cada vez que se restrinja a una persona el ejercicio de un derecho, como puede ser, eventualmente, el libre acceso a este lugar a estudiantes y parejas, podrían infringir la ley"
La norma castiga la discriminación arbitraria, entendida como toda distinción, exclusión o restricción que carezca de justificación razonable, efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause privación, perturbación o amenaza en el ejercicio de los derechos fundamentales. No obstante, Gauché agrega que "lo que ha producido la ley es una sobre expectativa de que toda situación que de alguna manera pueda vulnerar un derecho, sea constitutiva de una discriminación y no es tan así", por lo que resta un análisis en profundidad para definir el futuro del cuestionado letrero.