El Presidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, regresará a su país desde Arabia Saudita después de un período de recuperación determinado por sus médicos, sin que se conozca una fecha determinada, según detalló la agencia estatal de noticias yemení.

El gobernante, que fue dado de alta de un hospital en Riad el 7 de agosto, se recupera de las heridas sufridas en un intento de asesinato el 3 de junio, en el que murieron siete de sus guardaespaldas y que fue el punto máximo de los enfrentamientos entre las fuerzas leales a su gobierno y facciones tribales, que respaldan las protestas masivas, que piden su renuncia después de 33 años en el poder.

Saleh ha sido sometido a ocho operaciones en Riad, según detalló él mismo en el primer discurso que dio en julio pasado donde apareció en las pantallas de televisión casi irreconocible por las quemaduras en su rostro.

La parálisis política por el destino de Saleh llevó a la nación más pobre del mundo árabe al borde de la guerra civil y elevó los temores en la vecina Arabia Saudita y en Estados Unidos de que el caos en Yemen pudiera fortalecer a la facción de Al Qaeda en el país.