El primer desertor de Berlín Oriental

Dos días después de que se levantara el Muro de Berlín, el 11 de agosto de 1961, el soldado Conrad Schumann decidió cruzar hacia el Oeste. Sin embargo, su vida en el Occidente no fue fácil y terminó en forma trágica.




"Había mucha gente alrededor y eso era bueno, porque distrajeron a mis colegas. Pude cambiar mi arma cargada por una vacía antes de saltar. No fue difícil hacerlo. Después de que cayó el arma sonó tan fuerte en el suelo. Con una cargada probablemente se habría disparado". Así recordó Conrad Schumann, en una entrevista citada por el diario The Independent, el momento de su vida que pasó a la historia. A las 4 de la tarde del 15 de agosto de 1961, dos días después que el régimen comunista de la República Democrática Alemana (RDA) levantara el muro, el soldado de 19 años que servía a ese país comenzó un viaje que cambió su vida. "Mis nervios estaban a punto de explotar", señaló. "Tenía miedo. Me fui, salté y estaba en un auto (...). En tres, cuatro segundos se había terminado", añadió.

El fotógrafo Peter Leibing, de la agencia Conty Press de Hamburgo, estaba en medio de la gente en el lado oeste de Berlín en Bernauer Strasse cuando capturó la escena que fue titulada como el "salto de la libertad", considerada como un ícono de la Guerra Fría. Schumann se convirtió en un héroe para el lado occidental, pero en su tierra era considerado un traidor. Según The Independent, cerca de 2.100 soldados y policías de Alemania Oriental siguieron su ejemplo.

Cuando se levantó el muro, que era sino una valla de alambre de púas y postes de madera, Schumann participó de la "Operation Rose", como se conoció a la división de la ciudad. En las siguientes 48 horas patrulló junto a sus camaradas y tuvo que presenciar la separación de familias, mujeres llorando y hombres que eran dispersados con chorros de agua. Fue así que después de dos días tomó la decisión.

"Bienvenido al Oeste", le dijeron las personas que estaban en el lugar. Pero Schumann no prestó mucha atención. Sólo pidió un sandwich cuando llegó al centro de interrogación en Berlín Occidental. Según la prensa alemana, quienes lo interrogaron "lo estrujaron como un limón" en busca de información que él no tenía.

Se estableció en la ciudad y conoció a Kunigunde, quien se convirtió en su esposa y se perdió casi en la historia. Los avatares del Muro lo hicieron volver del pasado. En 1987, cuando Ronald Reagan lanzó su famoso "Señor Gorbachov, tire abajo este muro", muchos recordaron a Schumann, que apareció fotografiado junto a la pareja presidencial de EE.UU. En varias entrevistas admitió haber caído en el alcohol durante una decena de años. Fue albañil, enfermero y empleado de la fábrica Audi en Ingolstadt durante 27 años.

Reveló también que nunca se arrepintió de aquel salto: "Estoy orgulloso de lo que hice -dijo al Corriere della Sera-. Corrí un gran peligro, rompí con mi pasado y empecé a soportar una intensa presión". También relató que sus padres le escribieron para suplicarle que regresara a Berlín Oriental. Sin embargo, cuando Schumann regresó a su tierra, una vez que ya había caído el Muro, descubrió que esas cartas familiares habían sido dictadas por la Stasi, la policía de la RDA. "Mucho después me di cuenta de lo peligrosa que era la situación en ese entonces", señaló haciendo referencia a las cartas. Pero durante su regreso se dio cuenta, además, que muchos no aprobaban su deserción. "Cuando volví, descubrí que mi gesto nunca fue aceptado por algunos parientes y por viejos amigos que ya no me quisieron hablar".

En el comedor de su casa, Schumann, que sufría profundas depresiones, tenía en lugar preferencial dos fotos: la de su huida y la que lo mostraba junto a Ronald y Nancy Reagan. Pese al reconocimiento mundial por su acto, Schumann sufrió de depresión y soledad. El 20 de junio de 1998, tuvo una discusión familiar y salió de la casa. Horas más tarde su esposa lo encontró colgado de un árbol cerca de Riesa. Tenía 56 años. Su salto a la libertad es en la actualidad un monumento nacional en Alemania.

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