Comienza el segundo semestre de Sebastián Beccacece en Universidad de Chile, con la novedad de la incorporación de Luis María Bonini. Y lo primero que debe hacer el técnico es definir el destino de los integrantes de un plantel muy numeroso, plagado de extranjeros. La vuelta de varios futbolistas que estaban a préstamo, varios de ellos foráneos, no será un tema fácil de resolver para el técnico.
Con el nuevo reglamente que permite cinco extranjeros inscritos y un máximo cuatro en cancha, la U tiene un problema con los 10 foráneos con los que cuenta, incluyendo los que pueden pasar de juvenil a profesional.
Hay dos que deben regresar de sus préstamos, pero que no están en los planes: Leandro Benegas y Ramón Férnández. Con el primero se busca ubicarlo nuevamente en otro club, mientras que con el segundo, que tampoco quiere volver a la U, la idea sería venderlo ya que le quedan seis meses de contrato.
En los casos de Mathías Corujo y Ricardo Guzmán Pereira también está la opción de una venta, mientras que Gustavo Lorenzetti habría manifestado la intención de nacionalizarse, situación que aún no se concreta. Todo esto para generar espacios ante la eventualidad de que lleguen los jugadores extranjeros que pida el técnico.
Fabián Monzón y Matías Rodríguez se quedarán en el plantel porque el rosarino los considera piezas clave.
Además, el club debe resolver el futuro de los involucrados en el polémico asado de abril pasado, que terminó con la marginación de cinco jugadores. Cristian Suárez, a quien le quedan tres años de contrato con la U, ya arregló su situación y parte a San Luis, mientras que Leonardo Valencia, cuyo vínculo finalizó, regresa a Palestino. A Luis Felipe Pinilla le buscan un equipo en Primera B y también negocian un préstamo de Joao Ortiz. El quinto es Gonzalo Espinoza, el caso más complicado, porque nadie a preguntado en Azul Azul por él.
Regresa Nicolás Maturana, el único de los que vuelve que interesa a Beccacece, aunque en el club no descartan venderlo. Rodrigo Ureña (Cobresal) y Bryan Cortés (Wanderers) terminan sus préstamos, pero lo más probable es que continúen fuera del club. Todo eso debiese quedar resuelto esta misma semana.
Y finalmente está el caso de Gustavo Canales, quien quiere dejar la U, aunque le queda un año de contrato. Beccacece deberá conversar con él para definir luego su situación. Como se ve, un panorama bastante complejo de cara a un semestre donde no están permitidos los errores para el rosarino.