El primer ministro neozelandés, John Key, abordó con el director ejecutivo de la Asociación del Cine de Estados Unidos (MPAA), el ex senador Chris Dodd, el caso del fundador del portal Megaupload, Kim Dotcom, en una cena a la que acudieron representantes de Hollywood, informaron hoy medios neozelandeses.

El primer ministro neozelandés promociona en California la industria cinematográfica de su país, confirmó que Dodd abordó solamente "de paso" el caso de Dotcom, acusado por EEUU por supuesta piratería informática y otros delitos.

En la cena organizada anoche por el director James Cameron y su socio Jon Landau, Dodd mencionó que el caso de Dotcom "seguía en Nueva Zelandia" aunque él "no ahondó en este asunto", comentó Key en declaraciones citadas por el New Zealand Herald.

El primer ministro neozelandés confirmó que a la cena también asistieron los altos representantes de los estudios Fox, Disney Warner Brothers, Universal, Sony y MGM.

Estos ejecutivos expresaron sus preocupaciones sobre los derechos de propiedad intelectual y el Acuerdo de Asociación Traspacífico (TPP, siglas en inglés), mientras que Landau y Cameron, el recordado director de "Avatar" y "Titanic", dialogaron sobre los beneficios y méritos de producir películas en Nueva Zelanda, agregó Key.

Dotcom fue detenido, junto a tres ejecutivos de Megaupload, el 20 de enero pasado en su mansión a las afueras de Auckland en un vasto operativo internacional impulsado por Estados Unidos, que incluyó el cierre de su portal, la congelación de sus cuentas, la incautación de sus bienes y otras detenciones en Europa. 

Dotcom y sus socios esperan en libertad condicional el inicio del proceso de extradición previsto para marzo próximo, mientras luchan en los tribunales para obtener acceso a las evidencias que están en poder de Estados Unidos y en medio de un escándalo por el espionaje ilegal realizado por los servicios de inteligencia neozelandeses a los informáticos.

EEUU acusa a Megaupload de haber causado más de 500 millones de dólares en pérdidas a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares.