El primer mundial de Diego Lugano
El próximo 11 de junio dará comienzo a la Copa del Mundo Sudáfrica 2010. En total, 32 países y 736 futbolistas que debatirán durante un mes cuál es la mejor selección de fútbol del planeta.
Pero antes del pitazo inicial, en BBC Mundo quisimos conocer las historias y vivencias de algunos jugadores que serán mundialistas por primera vez.
Tal es el caso de Diego Lugano, quien hará su debut mundialista en el campeonato Sudáfrica. El capitán de la selección uruguaya, quien se convirtió en el héroe de la "celeste" con su gol frente a Costa Rica en el repechaje, admite que es futbolero desde niño, pasión que lo acompaña durante esta entrevista con Margarita Rodríguez de BBC Mundo.
¿Siempre soñaste con ser futbolista?
Desde que naciste en Uruguay, en cualquier barrio de mi país, el sueño de cualquier muchacho es ir a un mundial y ser campeón.
¿Cuáles son los primeros recuerdos que tienes de un Mundial? ¿Cuántos años tenías?
Seguramente los recuerdo todos, hasta el 86, cuando apenas tenía seis años. Me acuerdo de estar con mi padre, frente al televisor, viendo el partido de Uruguay. Creo que imágenes tengo muchísimas: el gol de Fonseca en el noventa, el 2002 cuando Uruguay le remonta un tres a tres a Senegal después de ir perdiendo tres a cero, algo inédito, y en el descuento erramos dos goles que nos hubiera dado la victoria. Sin duda lo de Brasil, la Francia de Zidane, son muchas cosas que uno recuerda de los mundiales.
¿Recuerdas algún partido en específico, alguna jugada, un momento que te impactó?
Tal vez el gol de Maradona en el 94 contra Grecia, el festejo, después el doping y todo lo que significó, la repercusión que tuvo. Sin duda que el cabezazo de Zidane. Justo antes había picado (pateado) el penal como creo que ningún jugador del mundo lo haría en una final, demostrando la clase impresionante que tiene, y después el contraste con la expulsión. Son imágenes que no se te olvidan.
También la cara de Ronaldo antes de la final del 98 cuando se veía que estaba con problemas, que no estaba al cien por ciento. Son cosas que quedan para la historia y que uno, como cualquier amante del fútbol, las vivió y las tiene guardadas.
¿Quién fue o es tu futbolista favorito, tu ídolo?
Mis ídolos son básicamente uruguayos y como siempre vienen de la infancia o de la adolescencia. Cuando yo era niño mis ídolos eran en Uruguay Hugo de León, quien fue un capitán que tuvo Nacional, campeón del mundo, de América, también jugó en la selección uruguaya. Diego Aguirre, un delantero de Peñarol que hizo goles importantes en la Copa América del 87.
Después de adolescente mi referencia como jugador, como líder y como capitán era Paolo Montero. Tuve la gran fortuna de jugar junto a él en la selección uruguaya y bueno, esa idolatría que yo tenía por él aumentó porque era un líder excepcional, una persona impresionante y aparte de ser uno de los mejores adversarios del mundo.
¿Soñaste con jugar en un Mundial? ¿Puedes recordar ese sueño?
Uno es futbolero desde chiquito y por ahí cuando eres niño o adolescente ves los mundiales y los ves como una posibilidad muy, pero muy lejana. Hoy aparece como algo real y a veces cuesta volver a tierra y darse cuenta de lo que hemos logrado.
En Uruguay, cuando es (mencionada) la palabra mundial, de niño (significa) ser campeón. La copa, Uruguay dos veces campeón, tiene mucha tradición en el fútbol. (Por eso) no solamente es participar sino que ser campeón. Eso te lo inculca la cultura propia nuestra que, como te digo, es un fútbol con mucha tradición, con muchos títulos y eso lo sentís desde chiquito.
Ahora que tienes la oportunidad ¿Cómo crees que será?
Un privilegiado. Creo que la principal premisa es disfrutarlo muchísimo y después creo que tenemos una oportunidad grande de volver a hacer historia con Uruguay, porque hay un equipo, hay un buen plantel, con muchachos jóvenes que tienen muchísimas ganas. Creo que eso tiene que ser lo principal, las ganas, la alegría de poder estar ahí, el querer hacer historia. Eso tiene que estar por encima de cualquier responsabilidad.
Los futbolistas están sometidos a enormes cargas de presión cuando juegan por sus clubes, pero ahora representan a su país. ¿Cómo es lidiar con esa responsabilidad cuando todo el mundo los está observando?
Yo creo que debería ser más fácil que una eliminatoria, porque hay que decir que las eliminatorias son muy complicadas para los uruguayos por la responsabilidad, la presión, por todo lo que se juega. Yo creo que (para) un mundial, después de haber pasado la prueba de las eliminatorias, deberíamos estar preparados para asimilar la responsabilidad con tranquilidad y estar a la altura.
Ustedes además de ser futbolistas, también son aficionados al fútbol. En este sentido, ¿hay alguien que quieras conocer en el Mundial, algún jugador, alguna leyenda del balón?
Lo que pasa es que nosotros los futbolistas estamos acostumbrados a cruzarnos permanentemente con tantos partidos en Europa, Champions, UEFA, Copa América, eliminatorias… Entonces ya estamos bastantes acostumbrados.
Pero sin duda que como espectador me gustaría ver la España de Xavi, Iniesta, Torres, o el Brasil de Kaká, Robinho, Ronaldinho, o la Argentina de Messi, son selecciones que cualquiera quiere observar… Esperemos que si nos toca jugar contra ellos que sea lo más próximo posible a las definiciones.
¿Has estado en África antes? ¿Qué piensas de la primera Copa del Mundo en África?
Nunca, pero al tratarse de Sudáfrica uno sueña por ahí en algún momento con cruzarse con Nelson Mandela y extenderle la mano, creo que eso sería un sueño espectacular por encima de todo.
(El Mundial en Sudáfrica) creo que es muy justo porque el fútbol es una pasión universal. Darle la oportunidad a cada continente de organizar esa fiesta creo que es muy justo, es algo que sin duda le hace muy bien al deporte, al país para que el fútbol continúe tan popular como lo es y un espectáculo tan maravilloso como el que es.
¿Qué crees tú que deberías llevar en la maleta o no te debería faltar?
Y, sin duda como buen uruguayo, mate y termo es imposible que falte, y después creo que la filmadora para recordar con los muchachos los buenos momentos que sin duda vamos a pasar porque tenemos un grupo espectacular. Después dejar mucho espacio para llenarlo de ilusión y de optimismo. Creo que eso es lo principal.
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