A sólo ocho días de asumido el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, el número de autoridades designadas que han debido renunciar producto de cuestionamientos ayer llegó a 10.
Pese a que de manera pública las autoridades de La Moneda atribuyen esta situación al alto estándar de exigencia que ha impuesto la propia ciudadanía al proceso de instalación del gobierno, parlamentarios de la Nueva Mayoría han sindicado al actual subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, como uno de los responsables de estos errores.
Esto ya que, tras su designación, ha sido el militante socialista el encargado de realizar el chequeo de antecedentes de cada una de las autoridades nombradas durante los últimos dos meses, trabajo que ha realizado junto a un reducido grupo de asesores del ministerio.
En la cartera aseguran que el proceso de chequeo se realizó en tres etapas. Primero se revisaron los antecedentes judiciales, luego los comerciales y finalmente los proporcionados por la Contraloría. Sin embargo, en la Nueva Mayoría aseguran que habría sido el poco diálogo que estableció con los parlamentarios lo que finalmente produjo las fallas.
La Moneda ha evitado referirse a las renuncias como un error por parte del gobierno, cerrando filas con Aleuy. De hecho, ayer el vocero de gobierno, Alvaro Elizalde, aseguró que la administración Bachelet no realizaba una autocrítica, insistiendo en que las nominaciones se realizaron "con la información que había en ese minuto".
Las declaraciones de Elizalde fueron reforzadas ayer por el propio ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, quien optó por realizar un punto de prensa para referirse a las nuevas renuncias de gobernadores, asegurando que el proceso era "complejo".
Al ser consultado respecto de la responsabilidad que tendría Aleuy, el ministro insistió que "ni acusaciones de unos ni de otros aquí corresponden".