La presión no la resistió. Real Madrid cerraba la jornada dominical de la Liga BBVA recibiendo al Villarreal, en el Santiago Bernabéu, esperando una victoria que mantuviera la distancia de cuatro puntos sobre el Barcelona, que el sábado venció por 3-1 al Granada de visitante.
Todo hacía presagiar una noche triunfal, pero en definitiva, y tras 90 minutos, el gusto a poco inundó el recinto merengue. Apenas empataron 1-1 con el Submarino Amarillo, abriéndole la puerta al elenco azulgrana, que a distancia esbozó una sonrisa.
Las ideas fueron escasas. En un primer tiempo bajo, las acciones de riesgo se trasladaron al complemento. A los 51' parecía arreglarse el panorama para el plantel de Carlo Ancelotti, mediante un penal. Tras falta del defensa marfileño Eric Bailly sobre Cristiano Ronaldo, el mismo portugués supera a Sergio Asenjo para el parcial 1-0. Pese a la magnitud del escenario, y a que el estratega Marcelino García Toral no había alineado a todos sus titulares desde el arranque, Villarreal hizo su replanteo rápido, encontrando el empate gracias a un disparo de Gerard Moreno, batiendo a un Iker Casillas, que casi no había tenido trabajo (64').
Tras aquello, el Madrid se volcó en ataque y estuvo cerca de conseguir la victoria, pero el arquero rival y la impericia no se lo permitieron. A la larga, una igualdad con sabor a derrota.
Hasta ayer, Ronaldo llevaba 85 días sin marcar en el Bernabéu. La última vez que había convertido fue el 6 de diciembre pasado, cuando le hizo un triplete al Celta de Vigo. Ni él ni sus compañeros tuvieron un buen día, reflejo del irregular paso del equipo durante 2015.
Cerraron el 2014 ganando el Mundial de Clubes, y en el momento más alto de la temporada. Luego de ello, dos derrotas seguidas (Valencia y Atlético de Madrid), que afectaron el ambiente, aunque luego llegaron seis partidos sin perder. El traspié más complejo fue el 0-4 con los colchoneros, duelo en el que cayeron sin apelación. El alivio vino con las victorias sobre Deportivo de La Coruña, Schalke 04 y Elche, todas con el mismo resultado: 2-0.
"El equipo está mejorando. Es verdad que hemos perdido dos puntos, pero la liga se va a decidir en el último partido. Tenemos dos puntos de ventaja, que no es nada, pero tenemos que disfrutarla e intentar mantenerla en el próximo partido, que va a ser difícil y tenemos que reaccionar bien", declaró Ancelotti, quien recibió los silbidos de los fanáticos merengues cuando reemplazó durante el segundo lapso a Isco, uno de los jugadores favoritos de los hinchas. "Fue para dar más equilibrio", se defendió el DT.
Así, el certamen hispano se abre para una disputa más cerrada, con los mismos protagonistas de siempre disputándose la cima. En la fecha que viene, Real Madrid visitará al Athletic de Bilbao, en San Mamés, mientras que Barcelona recibirá al Rayo Vallecano. El clásico del 22 de marzo se anticipa decisivo.