Fue el periodista Eugenio Salinas quien tuvo la idea, 32 jóvenes jugadores quienes la desarrollaron y aproximadamente media docena quienes continuaron siendo protagonistas cuando las cámaras dejaron de grabar. Como en la vida misma. O casi.
En eso consistía, después de todo, aquel inédito concurso de talento futbolístico con efluvios de reality show que la cadena de televisión Fox Sports lanzó en Chile hace exactamente una decenio bajo el sugerente nombre de Adidas Selection Team.
Jugadores provenientes de las series menores de diferentes planteles profesionales, conformaban la nómina del prometedor combinado que semanalmente enfrentaba a integrantes de 36 colegios santiaguinos. En la lista de seleccionados (en la que figuraban jugadores como Jean Paul Pineda o Emanuel Vargas) contaba con al menos tres nombres propios: Eduardo Vargas, Felipe Seymour y Nelson Saavedra.
“Era mucho menos invasivo que un reality normal. Nosotros contábamos las historias de esfuerzo y muchas veces de renuncia que había detrás de los chicos, pero construíamos también una selección cadete”, rememora al respecto Fernando Solabarrieta, conductor de aquel programa, antes de analizar el papel desarrollado por los principales candidatos a dar el gran salto.
“Recuerdo que en uno de los partidos hubo un chico que le pintó la cara al equipo nuestro, a la selección de Adidas. Él era de uno de los equipos rivales, pero la producción tuvo que invitarlo a formar parte de la selección. Se llamaba Felipe Seymour ”, confiesa el periodista acerca del descubrimiento de Walala, quien, tras su notable presentación en sociedad, no tardaría demasiado en ser contratado por la U.
Pero el hoy jugador de Vasco da Gama no fue el único joven futbolista que comenzó a edificar su futuro sobre los mediáticos cimientos del reality show.
Eduardo Vargas, el campeón de América que aún se encuentra a la espera del llamado de algún club importante, es probablemente el más recordado de aquella nómina, si bien su participación fue mucho más discreta que la de algunos de sus compañeros.
“Estaba también Eduardo (Vargas), quien ya de chico era muy buen jugador, pero el que más destacaba y que, a esa edad, marcaba las diferencias con respecto al resto, era Nelson Saavedra. Él tuvo que dar la vuelta un poco más larga y, aunque consiguió logros notables, no llegó al primer nivel mediático al que sí que llegaron otros de los chicos”, agrega Solabarrieta.
Y es que si bien la historia del surgimiento de Turboman como parte de aquella selección de Adidas es por todos conocida, la del Chino, ganador y protagonista principal del concurso, no sobrevivió a la caída del telón.
La vuelta larga
Nelson Alejandro Saavedra Sánchez tiene hoy 27 años y es jugador de Santiago Wanderers. Hace diez, en agosto de 2005, el zaguero formado en Palestino llegó a cambiar durante un mes el Municipal de La Cisterna por el Estadio Santiago Bernabéu, feudo de aquel Real Madrid considerado galáctico, en el que militaban futbolistas de la talla de Zidane, Beckham, Figo, Raúl o Ronaldo. Ése fue el premio con el que los organizadores del programa de televisión obsequiaron al más prometedor de sus jóvenes talentos.
“Eran diferentes pruebas las que nos hacían. Recuerdo una en la que había que patearle seis penales a Felipe Núñez. La semifinal fue un partido de fútbol tenis que jugábamos con futbolistas de Colo Colo. Yo jugué con Braulio Leal contra Felipe Seymour, que jugaba con Sanhueza. La final fue un mano a mano en una cancha chica contra Christian Pavez, que en esa época estaba en Cobreloa”, rescata para La Tercera el propio Saavedra, quien terminó quedándose con el premio.
Con el premio, pero también con las ganas de que el sueño que aquellos 32 lampiños jugadores perseguían en el reality show, fuera en verdad real, completo, y no sólo una ilusión televisiva: “Es obvio, por ejemplo, que la gente recuerde más del programa a Edu (Vargas), porque él pasó por Cobreloa y lo ganó todo con la U. Siempre va a ser así. Si estás en equipos grandes, destacas más, porque la gente se interesará también más por saber tu historia”, reconoce el también ex futbolista de Sao Paulo y Audax Italiano, consciente, sin embargo, de que aún las cámaras hayan dejado de rodar, la película aún no ha terminado: “Hay que mirar siempre hacia delante. Lo otro fue lindo, pero ya pasó, ya se vivió. Creo que puedo seguir mejorando para llegar a un club grande, o a la selección, por qué no. Sólo hay que pelearlo”.