Debido a problemas de salud, ni el primer ministro de Grecia Antonis Samaras ni su ministro de Finanzas, Vassilis Rapanos, asistirán a la cumbre de la Unión Europea, la próxima semana, un encuentro clave en las promesas del gobierno para renegociar algunos términos del rescate internacional de su paí­s.

El Premier estará ausente de la cumbre en Bruselas, para la reunión del 28 y 29 de junio, debido a que aún convalece de una reciente operación ocular, informó hoy el vocero de su gobierno Simos Kedikoglou. Samaras, de 61 años, fue operado el sábado por desprendimiento de retina apenas tres dí­as después de prestar juramento como jefe de un gobierno de la coalición de tres partidos, formado luego de dos elecciones generales sin un ganador definitivo.

Samaras designó al nuevo canciller, Dimitris Avramopoulos, para encabezar la delegación griega ante la cumbre, dijo Kedikoglou. El despacho de Samaras se abstuvo de confirmar las versiones informativas de que la llamada "troika" de los acreedores de Grecia "la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacionalâ" aplazarán la visita de su delegación, originalmente programada para este lunes.

Los inspectores de la delegación tienen la misión de examinar la situación fiscal de Grecia y reanudar las conversaciones que fueron suspendidas durante el estancamiento polí­tico que duró casi dos meses en ese paí­s.

El nuevo ministro de Finanzas de Grecia, Vassilis Rapanos, también fue hospitalizado el viernes, tras perder el conocimiento. Una portavoz del hospital donde se encuentra Rapanos afirmó que éste serí­a dado de alta el lunes en la noche o el martes luego de practicarle nuevos estudios.

Debido a que el juramento de Rapanos fue aplazado, el titular saliente Giorgos Zanias -quien aún ostenta el cargo- asistirá a la cumbre en su lugar. Zanias, que fue uno de los negociadores clave del acuerdo de rescate para Grecia, viajará acompañado del ministro de Desarrollo, Costis Hatzidakis y del viceministro de Finanzas, Christos Staikouras.

Desde mayo de 2010, Grecia ha dependido del financiamiento pactado en dos acuerdos de préstamos de rescate con otras naciones de la Unión Europea y el FMI, a cambio de la imposición de drásticas medidas para recortar el gasto y elevar los impuestos.