Marcelo Oyarzún desclasifica con La Tercera una de las escasas historias desconocidas de Colo Colo 1991. El preparador físico del plantel que dirigía Mirko Jozic es un profundo admirador del ex Presidente Patricio Aylwin. Y en esa condición, pocos días después que los albos obtuvieran el título de la Copa Libertadores, le regaló al entonces Mandatario su trofeo más preciado: la medalla de campeón del torneo continental.
"No soy político. A don Patricio lo admiraba por lo que lideró. Por llevar al país a la normalidad. Se me ocurrió en el momento y me la jugué. Dragicevic, Menichetti y Vergara no lo compartían, pero para mí era un honor. Tenía 28 años y había vivido el proceso del plebiscito como profesor universitario. Participé de la idea del No, voté No y, después, que Aylwin fuera elegido presidente fue una gran alegría", recuerda.
Pocos supieron del gesto. Oyarzún actuó sigilosamente. En pleno desarrollo de la cena que el Mandatario ofreció al plantel albo como homenaje, se desplazó por detrás de las mesas hasta llegar a su lado. "Le pedí permiso al edecán y le entregué mi medalla. Era la primera vez que estaba en La Moneda y entré cargado de muchas sensaciones. Cuando me acerqué a él, le dije que era el preparador físico del plantel. Le planteé que me gustaría que recibiera este regalo, que era lo más preciado que tenía en lo material", rememora.
Inicialmente, Aylwin se negó a aceptarlo. "Por la importancia que tenía para mí, lo consideró improcedente. Ahí le pedí ayuda a la señora Leonor. Le comenté que compartíamos el apellido. Le insistí en que era algo muy personal y en que no se preocupara, que nadie se había dado cuenta. Y, hasta hoy, fue así", agrega.
Apenas se confirmó el deceso del ex Presidente, Oyarzun accedió a contar el momento. "Lo desclasifico porque es otro homenaje. Patricio Aylwin fue un hombre bueno, que hizo historia", concluye.