Consagrado con una trilogía de culto en el cine de terror, The evil dead, Sam Raimi aún se manifiesta respetuoso con el género que le dio fama.
"Las películas de terror me dan miedo", dijo en una entrevista con agencias, a propósito del próximo estreno de Arrástrame al infierno (Drag me to hell).
Eso, sin embargo, no evitó que escribiera junto con su hermano Ivan Raimi el guión de esta cinta e intentara darse así miedo a sí mismo. "Pensé: Lo que nos da miedo a nosotros, también asustará a los espectadores".
Para la película que se estrena el 29 de octubre en el país, Raimi fue a contracorriente de la tendencia en el género, y usó mayoritariamente efectos artesanales.
"No tengo en mucha estima los efectos digitales. Quiero que mis actores reaccionen directamente a algo. Por eso, me gustan los efectos reales. Por ese motivo, siempre me decidí por efectos reales cuando tuve la oportunidad de elegir. Creo que tiene un efecto más realista que cuando los actores están delante de un fondo verde y se imaginan las cosas que luego se añaden de forma digital. Eso no es una reacción natural, sino un proceso artificial, que tiene lugar en la cabeza los actores. Mi protagonista, Alison Lohman, tuvo que soportar por eso algunas cosas muy duras durante el rodaje. La lancé contra armarios y muros, le metí en la boca cosas asquerosas como gusanos y la cubrí de barro. Y lo mejor fue que Lo hizo todo sin chistar", sostiene el director de Darkman.
En la película, la joven empleada bancaria Christine (Lohman) recibe de una clienta, la gitana Ganush, una antigua maldición mexicana por no querer prorrogarle una cuota de la hipoteca. Christine sólo tiene tres días para evitar el hechizo, antes de que, como indica el título de la película, sea arrastrada al infierno. Para ello, cuenta con la ayuda de una medium interpretada por la mexicana Adriana Barraza, nominada al Oscar a mejor actriz de reparto por Babel.
En la película, el demonio apenas se ve. En general, sólo se insinúa. "No quería mostrar el mal explícitamente. Quiero que los espectadores creen el demonio por sí mismo. Sólo les doy algunos detalles. El resto, deben imaginarlo. Por eso trabajo mucho en el diseño de sonido. Creo que los espectadores se crean su demonio con sus propias pesadillas más terribles. Y así sienten más miedo que si se los muestro yo", explica.
La maldición con la que debe lidiar la joven en su película se llama Lamia. En la mitología, aparece realmente el concepto de Lamia. "Pero no es real. En realidad es sólo una historia de fantasía que nos inventamos mi hermano y yo. Claro que investigamos un poco, porque queríamos saber cómo llamar a esta maldición. Ahí descubrimos que en diferentes culturas existe el concepto de Lamia. En algunas culturas, describe a una especie de diosa que se come bebés, en otras, es un demonio del infierno. Nos fascinó y asustó que tantas culturas diferentes tuvieran el mismo nombre para algo terrible. Por eso pensamos: Quizá estas historias sólo describen diferentes aspectos de algo muy terrible, por eso quisimos añadir y relatar un nuevo aspecto".
Tras el éxito de la saga de Spiderman, Raimi encarará ahora un nuevo gran proyecto: llevará a la gran pantalla el famoso juego de rol online World of Warcraft. La empresa Blizzard Entertainment, que desarrolló el juego en 1994, intenta desde hace tres años junto con la productora Legendary Pictures llevar la trama al cine.
World of Warcraft es uno de los juegos de rol online más exitosos. Es jugado aproximadamente por diez millones de personas en todo el mundo. Los participantes se ponen de acuerdo con otros en Internet para luchar contra enemigos en mundos fantásticos.
Pero antes de encarar esta cinta, Raimi tiene programado el rodaje de la cuarta parte de El Hombre Araña.