Nacido en Rusia, el 22 de agosto de 1987, Mischa Zverev, hijo del ex tenista Aleksandr Zverev, quien a su vez actúa como su entrenador, inscribió su nombre con letras doradas tras vencer al número 1 del mundo. Sin embargo, la imagen de felicidad que se dejo ver en el Arena Rod Laver contrasta de sobremanera con lo complicado que han sido sus últimos dos años.

En 2015, sufrió las terribles lesiones de rotura de muñeca, hernia discal, fractura de costillas. El tenis estaba lejos de ser su prioridad. Todo era oscuro para Mischa, quien supo ser 40 del mundo el 8 de junio de 2008. Pero el ganador de 4 challengers en su carrea, encontró la luz en su hermano Alexander, también jugador. "Mi hermano siempre mi inspira", expresó tras el triunfo histórico el día de ayer.

Y es que la relación de ambos se ha convertido en una suerte de padre e hijo. Todas las cámaras apuntan a Alexander en cada torneo. Sin embargo, se ha comenzado a hablar de Mischa, sobre todo por su particular juego de red, que parecía tan pasado de moda.

Tras la devolución errada por Murray en el match point de ayer, el residente de Montecarlo, tendrá la gran posibilidad ante Roger Federer de alcanzar por primera vez una semifinal de Grand Slams. Hoy, el ave Fénix alemán vuela más alto que nunca y busca seguir conquistando Melbourne.