En tres años se reinventó. Ivette Vergara, la ex animadora del Día a Día y Hugo, de Televisión Nacional, salió en 2002 de la red pública cuando no le renovaron contrato. Se alejó de pantalla, se tituló de periodista y trabajó en una empresa de comunicaciones estratégicas. Dos años después apareció en el espacio Angeles, de Chilevisión, junto a Liliana Ross y Eva Gómez, y luego se retiró nuevamente. Hasta que en marzo del 2006, motivada por lo que parece ser un instinto natural, recibió una oferta que, según ella, "era dificil de rechazar, porque era lo que andaba buscando".

El ofrecimiento consistía en empezar desde cero. Ser reportera en terreno para el matinal Gente como tú, de la estación privada. Y ahora, después de tres años aplanando calles y "reporteando", insiste, Vergara recupera su sitial de conductora estelar en el espacio policial Bajo Sospecha, que se emite los lunes a las 22 horas y que ya suma dos capítulos al aire con un promedio de 13 puntos de rating.

El arribo al horario estelar se gestó por la buena evaluación que existe de Vergara en la plana ejecutiva del canal de Sebastián Piñera. Lo que incluso la llevó a coanimar la última edición del Festival de Olmué y la reciente entrega de los Premios Altazor que emitió Chilevisión.

LA MIRABAN "CON RECELO"
Pero antes de llegar a conducir un programa de "investigación periodística", recalca, la animadora recorrió un largo camino. Primero tuvo que cumplir con la faceta de periodista en terreno, que asumió el 27 de marzo de 2006, y que aún sigue realizando, y dice que no fue fácil. Porque Ivette Vergara asegura que tuvo que lidiar con el "prejuicio y la discriminación" de sus colegas. "Algunos me miraban con recelo, como diciendo 'ella es animadora, es rostro, ¿qué hace aquí? O sea viene a hacer la parada y después se va a ir al estudio'". Pero hoy, después de tres años, explica que todo ha cambiado. Dice que ahora es amiga de sus compañeros y que existe un "respeto mutuo".

Sus cuentas son alegres y está segura que en este nuevo rol se ha destacado en varios casos de contingencia nacional. Por ejemplo, relata que en 2006, en plena "revolución pingüina", los alumnos sólo le hablaban a ella y explica que fue la reportera "más conocida con los temas del Transantiago" en 2007. Tanto que, comenta, llegó a "aprenderse todos los recorridos".

Estos tres años de estar "detrás de la noticia", como ella dice, han sido provechosos. "Esto ha sido una reinvención, este trabajo es mi pasión y quiero seguir en esta línea", dice. Más aún tomando en cuenta que ha sido este rol el que la llevó a Bajo sospecha, programa que en su primera temporada del año pasado no contaba con animador.

Vergara dice que "cuando me lo ofrecieron, fue como si me hubiera sacado el Kino. Porque además de conducirlo, seguía en la faceta que a mí me gusta, que es reportear".  Consultada sobre qué línea pretende tomar a futuro en su carrera televisiva, la esposa de Fernando Solabarrieta dice que su aspiración "es seguir siendo periodista en el campo de batalla" y agrega que no extraña la animación de un programa donde sólo tenga que estar frente a la pantalla: "Porque yo siempre quise estar en la noticia, buscándola, estar en la calle. Nunca me imaginé estudiar Periodismo para estar en un estudio de televisión".