Lo mejor: El montaje defensivo de Chile y su presión constante sobre la posesión de Brasil. No se dejó arañar salvo en el despiste del gol.
Lo peor: La falta de ideas de Chile. No causó rasguños. No tuvo ideas en ataque, ni profundidad. Plano y lento. Incapaz. La Roja sólo generó disparos a balón parado.
Silbidos: El pisotón sin balón de por medio de Medel a Neymar. Una acción que el árbitro no vio, pero que debió acabar con el Pitbull expulsado.
Aplausos: Algunos lujos de Alexis, más estéticos que dañinos por la zona del campo en la que se realizaron, que sonrojaron a los defensores brasileños.
La Clave: Un partido plomizo, en el que la destrucción se impuso a la construcción, se decidió en el único error de concentración de la defensa chilena. Medel cerró mal y Firmino aprovechó el pasillo, casi autopista, que se le abrió por el centro de repente.