Fue un arbitraje correcto, sin mayores inconvenientes. El juez Daniel Fedorczuk amonesta de forma acertada. Lo más destacable de este arbitraje es saber soportar los reclamos reiteradosde los jugadores chilenos, especialmente a lo que significa Vidal y Sánchez. Resolvió los pocos inconvenientes que tuvo.
En lo futbolístico, creo que sin duda La Roja ha retrocedido. Se nota la carencia de la mano de Sampaoli. Se vio un chile errático, que en primer tiempo esperó a Argentina muy cerca de su propia área, cuestión que corrige en el segundo tiempo, pero que lo expuso al contragolpe trasandino, derivó en la anotaciones de Di María, por las descoordinaciones de la defensa nacional.
Párrafo aparte es la actitud del elenco chileno en cuanto a lo que se refiere a disciplina: reclamos reiterados, simulaciones, ir al choque con los adversarios, pasarse de revoluciones, sentirse sobrepasados. Para corregir.
Los albicelestes cuentan con un equipo superlativo, con o sin Messi. No es por nada que la Fifa lo tiene catalogado como la selección número uno del mundo.