Con seis títulos nacionales, a Jorge Martínez parece que le quedó chico el Rally Mobil. Aunque pelea punto a punto el campeonato de la R3 con Ingo Hofmann y Tomás Etcheverry, el penquista sabe que su próxima meta no está en Chile. Por eso, el Niño Maravilla está planificando la forma de llegar al extranjero.
Es un sueño usual en los pilotos del Rally Mobil es ir a competir afuera, pero no todos pueden hacerlo, principalmente por recursos. Así, la meta se aterriza un poco más y el Rally de Argentina se convierte en el objetivo para varios corredores por su cercanía.
Pero para llegar a Córdoba, Martínez tendrá que tomar un camino largo, con una parada por Inglaterra. "Fui este año como espectador y me entusiasmé con los R5. Con mi navegante, Alberto Alvarez, y la ayuda de otras personas buscamos la forma de hablar con equipos extranjeros", narra Martínez.
Así llegó la respuesta de M-Sport, la filial deportiva de Ford, que lo invitó para que el 3 y 4 de diciembre fuera a Europa. Allá, el sureño probará un Ford Fiesta R5, siendo así el primer nacional convocado por un equipo oficial, al menos para un test.
El objetivo para Martínez sigue siendo Argentina, pero una pasada por M-Sport ayuda para abrir puertas. "No cualquiera se va a probar a Europa. Me preguntaron de todo; qué hacía, mis resultados, etcétera. Mi currículum ayudó a que se diera", dice.
De todas maneras, no se proyecta con internacionalizar su carrera en el corto plazo. "Faltan recursos, pero hay que atreverse", asegura.
Ese atrevimiento es el que tiene Emilio Rosselot. El líder de la N4 quiere concretar un viaje a España para correr el próximo año algunas fechas del campeonato peninsular, a bordo de un Mitsubishi Lancer EVO X.
"Estamos recibiendo ayuda en Barcelona de Joan Navarro, ingeniero catalán que trabajó con el equipo en 2012, y él nos está gestionando el poder correr allá", cuenta Rosselot, que tuvo que desechar una chance de participar en Uruguay por problemas con su hermano Luis Ignacio. "Cuando fue a correr al Ruta 40 estuvo tres días en la aduana para pasar a Argentina. Mejor no", agrega.
En Europa, Rosselot ya sabe que las cosas se manejan de manera distinta. "He hablado con Ramón Torres y me ha contado cómo funciona allá todo", asegura.
Torres abrió camino en el Viejo Continente este año. Corrió tres fechas del WRC-2 a bordo de un Lancer EVO X en la N4 y se fue a España para competir en el torneo. Allá tuvo algunos problemas con el Ford Fiesta R5 que usaba, "así que me lo compré", cuenta.
"Así lo tengo para mí, entreno más tranquilo y gano kilómetros para correr en 2015 el WRC", apunta el piloto, que ya anunció que traerá su máquina a la próxima fecha a Casablanca.
"Me gustaría que varios pilotos vayan a correr afuera. Traer el R5 podría ayudar a que ellos se tienten", explica el piloto.
A ver si Martínez y Rosselot pueden llegar también al extranjero.