Ayer, por largos pasajes del partido, Colo Colo dominó a Audax Italiano. Con la presión del triunfo de Universidad de Chile, el sábado ante Cobreloa, los albos estaban obligados a ganar para no dejar escapar a los azules a falta de tres fechas para el final de la competencia y mantener los dos puntos de diferencia y, con eso, la ilusión de disputarles el título.
Por eso, el ajustado triunfo se celebró con fuerza en el camarín local. Costó más de la cuenta. Claro, porque fue una semana muy complicada a raíz de las polémicas declaraciones de Julio Barroso. Y también por los problemas de salud que afectaron a la pieza más importante del equipo que dirige el técnico Héctor Tapia: el volante Jaime Valdés.
Pajarito se perdió el partido ante Cobresal, debido a una faringoamigdalitis que lo tuvo con fiebre alta y dolor de cabeza y garganta. Ni siquiera viajó a El Salvador. Estuvo con reposo los primeros días de esta semana, para evitar contagios y para que el tratamiento con antibióticos surtiera efecto. Sin embargo, la bacteria que lo atacó fue un hueso duro de roer, por lo que recién regresó a los entrenamientos el día jueves.
Se notó ayer, porque el formado en Palestino cumplió una de sus presentaciones más bajas. "Esta fue una semana donde algunos jugadores no estaban en la mejor forma física, como Jaime Valdés, que estuvo resfriado hasta el miércoles y perdió cuatro kilos; era lógico que iba a disminuir la intensidad de su juego a medida que pasaban los minutos, pero creo se hizo un buen partido", declaró el DT albo.
Por lo mismo, a Valdés se le suministró suero antes del partido ante los floridanos. Mientras que una vez terminado el compromiso se le reforzó la hidratación con bebidas isotónicas.
El receso por la fecha FIFA le viene bien a Colo Colo para recuperar a varios que salieron con molestias, como el mismo Valdés, Gonzalo Fierro, Felipe Flores y el arquero Justo Villar, que se integra a la selección paraguaya.