Jim Furyk es un jugador atípico. A sus 43 años, el nacido en Pennsylvania posee un major en su palmarés, el US Open ganado en 2003, y se ha mantenido en lo más selecto del golf mundial por más de 10 años. Pero todo eso se eclipsa cuando se mira su golpe.

Para varios entendidos, Furyk posee el swing más feo de todos. Eleva derecho el palo y, tras moverlo en el aire hacia el lado, golpea  como en un bateo de béisbol, con las manos cambiadas. Como no hay forma de explicarlo, los analistas lo comparan como un pulpo cayendo de un árbol.

Eso no le importa mucho a Furyk porque, con su movimiento feo y todo, se recuperó tras la segunda ronda para volver a encabezar el PGA Championship, aunque a diferencia del primer día, ahora lo hace en solitario.

No fue una jornada brillante para él. No hizo los 65 palos del jueves, pero el primer lugar a falta de los 18 hoyos de hoy premia su regularidad. Furyk repitió los 68 tiros del viernes y aprovechó que el otrora líder Jason Dufner se mareó en las alturas.

De entrada, Dufner se cayó con un doble bogey en el hoyo 4. Fue el inicio de un mal día en que apenas tuvo dos birdies, pero afortunadamente la sacó barata: quedó a un tiro de la punta.

¿Y Furyk? Se recuperó de dos bogeys y se puso en punta en el hoyo 17, tras anotar su quinto birdie.

Otra vez 68 tiros para Furyk, que mantiene su poco atractivo swing como una forma de homenajear a su padre Mike, quien le enseñó y fue refinando su técnica.

De ganar, Furyk volverá a poner en las primeras planas los análisis de su golpe, siempre que aguante el asedio de Dufner y del sueco Henrik Stenson, que tiene dos tiros más.

Ilusión sueca

A propósito del escandinavo, Stenson enfrenta el PGA Championship como el desafío personal de ganar su primer major.

Pero también hay un antecedente histórico que quiere destruir: nunca un golfista sueco ha ganado uno de los cuatro grandes.

Stenson estuvo muy cerca este mismo año, cuando remató segundo en el The Open Championship, pero Phil Mickelson lo superó por tres tiros.

Ahora, la buena ronda de ayer, con tres birdies, le permite ilusionarse con lograr un esquivo título.

Y si Suecia quiere mantener las opciones de inscribirse en los majors, hay otro escandinavo que también está arriba. Se trata de Jonas Blixt, quien cerró el día con 66 impactos y marcha cuarto, a tres golpes. Dos alternativas para la primera vez.