El Teatro del Puente no cierra: acuerdo con autoridades evita su anunciada desaparición

Ocho minutos. Eso pasó entre el anuncio de cierre del Teatro del Puente y el estallido de reacciones. Sus directores recién habían terminado la reunión para informar a las compañías que se quedarían sin sala, cuando la avalancha de llamadas los obligó a escribir el comunicado que oficializaba la decisión: el Teatro del Puente dejaba de funcionar el 11 de agosto, porque la falta de financiamiento y de políticas culturales a largo plazo lo hacía insostenible.

"Nosotros no esperábamos que ocurriera lo que pasó. Ibamos a cerrar el teatro y no había más, pero no podíamos ser tan porfiados ante el apoyo tan fuerte que hubo para qué continuara", dice Francisco Ossa, director de la sala, junto a Freddy Araya. Por eso, aunque el plazo se cumple mañana, el Teatro del Puente seguirá funcionando con la misma administración bajo la que se han estrenado hitos del teatro emergente, como Niñas araña, La tía Carola y Gladys.

Su continuidad es posible gracias a un acuerdo que se oficializó esta semana y que compromete el apoyo del Consejo de la Cultura y la Municipalidad de Santiago. El Consejo entregará recursos que financiarán los gastos fijos del teatro hasta enero del 2014, cerca de $ 2 millones al mes. Mientras Morgana Rodríguez, directora de cultura de la Municipalidad de Santiago, cuenta que "ya están zanjados los tres puntos que vamos a trabajar". Estos son: integrarlos en el presupuesto municipal 2014, en los ítems de cultura e infraestructura, además de ser cofinancistas en el proyecto de programación que postularán por ventanilla abierta para el próximo año.

Las tres partes concuerdan en que este es sólo el comienzo del trabajo. Queda toda la labor de ver de qué forma concretarán las voluntades comprometidas. "Se acordó una serie de acciones tendientes a facilitar el acceso por parte de la comunidad en la que el teatro se inserta, como también, una mesa de coordinación entre las partes, con el fin de fortalecer los vínculos entre la comunidad, el espacio patrimonial y su programación", cuenta el ministro de Cultura, Roberto Ampuero.

De propiedad de la Municipalidad de Santiago, el puente sobre el río Mapocho en el que se ubica el teatro fue entregado a comodato a la administración actual, desde el 2006 hasta el 2016. "Este convenio es una herramienta que nos permite instalarnos a pensar a futuro, más que ver de dónde sacamos la plata para pagar la cuenta de fin de mes. Ahora podemos ponernos a trabajar en lo que nos tenemos que preocupar: lo artístico", dice Ossa.

Más allá de los propios límites de su sala, Ossa y Araya se preocupan de aclarar que este convenio no resuelve la crisis de las salas independientes, que se destapó cuando directores de otros teatros compartieron el diagnóstico de que en el panorama actual una sala independiente es insostenible. "Está lejos de solucionarse la crisis del teatro, pero nos hemos abierto, hemos compartido y visto que todos tenemos los mismos problemas y queremos lo mismo", dice Araya.