"Me importaba más ganar que jugar bien". Aunque sea difícil de creer está frase la dijo un "bielsista" tras su debut al mando de su equipo. Uno que hoy recibió el premio a su trabajo, a levantar a un club que perdió el año pasado una emotiva final y que ha sonado como opción en cada crisis de los "grandes" del fútbol chileno. Eduardo Berizzo ganó su primer título como entrenador, coronando el serio proceso que ha liderado desde que llegó a O'Higgins, en noviembre de 2011.

Berizzo

llegó a Chile como ayudante de

Marcelo Bielsa

y tras el abrupto final del ciclo del rosarino al mando de la selección chilena, asumió en Estudiantes de la Plata en febrero de 2011. Pero en mayo renunció por los malos resultados.

Así, a fines de ese año llegó a O'Higgins y rápidamente demostró que pese a haber trabajado con el "Loco", es uno de los "bielsistas" que muestra más diferencias con él.

Aunque sí se nota la influencia en la metodología y estilo de juego. Le gusta trabajar con sparrings, analizar detalladamente videos de los rivales y del propio equipo (incluso los entrenamientos) y tener charlas individuales con los jugadores para explicarles en cada detalle la misión que deben cumplir en la cancha.

La importancia del trabajo físico y la motivación son otros elementos que forman parte del desempeño de

Berizzo

.

Con este estilo, el "Toto" comenzó muy bien con los celestes y llegó a la polémica y emotiva final del Apertura 2012, en la que a un minuto del final O'Higgins era campeón. Pero Universidad de Chile logró forzar la definición por penales, en la que los azules ganaron 2-0.

Después, Berizzo debió enfrentar la partida de figuras y una decepcionante Copa Sudamericana, en la que O'Higgins fue rápidamente eliminado por Cerro Porteño. Además, en el siguiente torneo nacional, ni siquiera entró a los playoffs.

Pero en el club no dudaron en el apoyo al DT e incluso se proyectaron institucionalmente, con el recientemente inaugurado complejo deportivo. Una obra clave para que Berizzo continuara.

El premio al trabajo, la paciencia y el proceso, lo disfrutan hoy O'Higgins y Berizzo.