Aunque el vínculo no ha sido comprobado en humanos, los temores surgen por un juicio legal en el que estuvieron involucrados más de 12.000 niños por la contaminación de agua potable con esas sustancias en Ohio, Estados Unidos, a quienes se encontró altos niveles de colesterol LDL o colesterol "malo".
Estas sustancias sintéticas pertenecen al grupo de los llamados perfluoroalquilos, que incluyen a los ácidos perfluorooctanoico (PFOA) y perfluorooctanesulfonate (PFOS).
EXPOSICION COMUN
Los seres humanos están expuestos a estos compuestos en el agua potable, el polvo y en varios productos que se usan comúnmente en la industria.
Por ejemplo, los PFOA y PFOS son los encargados de la antiadherencia y la resistencia al calor de las sartenes para cocinar, también se utilizan en los productos de empaquetado de alimentos y en el tratamiento de textiles, alfombras y ropa impermeables y resistentes a las manchas.
Según los científicos, estas sustancias pueden entrar al organismo y viajar al hígado, el órgano responsable de producir colesterol y controlar la grasa que se consume en la dieta.
Estudios en el pasado, además, han encontrado que los PFOA y PFOS pueden tener un impacto en la forma como el organismo se encarga de manejar estas grasas.
Ahora, los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia Oeste, decidieron investigar más a fondo este vínculo con los niños que estuvieron involucrados en un juicio relacionado a un accidente industrial que provocó la contaminación con niveles particularmente altos de PFOA en un abastecimiento de agua potable en el valle del río Ohio.
Los científicos tomaron muestras de sangre de los 12.476 niños y adolescentes de entre 12 y 19 años.
Los análisis mostraron que tenían niveles mucho más altos de PFOA de lo que normalmente se esperaría en un ser humano, de 69.2 nanogramos por mililitro (el promedio nacional es de 3,9 ng/ml).
Asimismo, se encontró que entre más alto nivel de PFOA, mayor su nivel de colesterol LDL. (Los niveles altos de colesterol LDL están vinculados a enfermedades cardiovasculares).
Un 20% de los niños con los niveles más altos de PFOA tenían un nivel total de colesterol de 4,6 miligramos por decilitro y sus niveles de colesterol LDL eran de 3,8 mg/dl más altos que el del 20% de los niños con los niveles más bajos de PFOA.
Entre los niños que tenían niveles de PFOS ligeramente más altos, también se encontraron niveles más altos de colesterol.
CAUTELA
El estudio, publicado en Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine (Archivos de Pediatría y Medicina de la Adolescencia), señala que todavía es muy pronto para afirmar que los niños que participaron en el estudio están en mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Pero agregan que los resultados sugieren que esta asociación entre los PFOA y PFOS y los niveles elevados de colesterol debería ser investigada más a fondo.
Otros expertos, sin embargo, subrayan que se debe ser cauteloso con la interpretación de estos resultados.
Según Cathy Ross, portavoz de la Fundación Británica del Corazón, "este estudio fue llevado a cabo en áreas específicas de Estados Unidos donde los niveles de estas sustancias eran excesivamente altos debido a la contaminación del agua".
"Esto no muestra que exista un vínculo de estas sustancias cuando se les utiliza en los recubrimientos de las sartenes para cocinar, donde se les utiliza en niveles considerablemente más bajos".
"Aunque este estudio encontró que había altos niveles de PFOA y PFOS en la sangre y también se encontró un aumento modesto en los niveles de colesterol, esto no quiere decir que las sustancias causaran el aumento en el colesterol".
La experta agrega que "se necesitan más estudios para identificar si las cantidades pequeñas de estos compuestos químicos a los cuales los niños están expuestos en países como el Reino Unido afectan en realidad sus niveles de colesterol".
Según Cathy Ross, más que el recubrimiento de las sartenes, lo que va dentro de esas sartenes cuando se cocina es lo que tiene un mayor impacto para la salud del corazón de los niños.