"Conozco a Carlos Eugenio Lavín desde la universidad. Ambos estudiamos en la PUC desde el año 1962 al 1966". Así comienza la primera declaración que Hugo Bravo, el ex gerente del holding, prestó ante fiscal jefe de Alta Complejidad Carlos Gajardo el 7 de agosto por la arista del caso Penta, donde se investigan delitos tributarios, y que hasta ayer se mantenía en carácter de reservada.
En este testimonio de 11 carillas a la que accedió La Tercera, Bravo señaló que siguió las instrucciones que le habrían dado los controladores del grupo, Carlos Alberto Délano y Carlos Lavín, para gestionar boletas de honorarios a nombre de sus esposas. Esos documentos, señala el ingeniero, habrían sido ingresados a la contabilidad de las empresas, por trabajos que nunca realizaron.
Según su declaración, las cónyuges de los dueños del holding habrían emitido boletas por "montos de $ 10 millones mensuales cada una, creo que a nombre de Penta o Penta III. No le prestan ningún servicio ni a Penta ni a Penta III. Es un tipo de retiros".
Respecto a la supuesta operación, manifestó que "yo no podía oponerme porque eran los dueños los que me daban la instrucción hace años de que se hiciera así. Esta instrucción me la dio Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano".
El ingeniero agregó que para esto se habría utilizado la sociedad Inversiones Pacífico, creada en 1988. "(La sociedad) la utilizamos para comprar vehículos de los ejecutivos, de las cónyuges de Carlos Eugenio Lavín y Carlos Délano. Ellas son dueñas de casa y tiene inversiones. No trabajan en Penta ni tiene oficinas en Penta". Según contó, "administré esta sociedad hasta el año 2010. Después de eso la administra Manuel Tocornal. Cuando yo la administraba esto también sucedió".
Nexos con el martillero
Otro de los temas en los que profundizó Bravo, es cómo conoció al fallecido ex martillero público Jorge Valdivia, a quien contrató a honorarios en 2008 con dinero de las empresas Penta y le realizó devoluciones de impuestos irregulares. "Respecto de las devoluciones de impuestos de (las sociedades) Challico y Sarella señalo que Jorge Valdivia en una ocasión, (me dijo que ) si yo había revisado mis declaraciones de impuestos porque se podían pedir unas devoluciones. Me indicó que era algo nuevo que muy poca gente lo sabía y que había que hacer unas presentaciones y el SII devolvía parte del FUT".
Luego, Bravo declaró que autorizó que le entregaran sus claves del SII a Valdivia, "porque me dijo que podía ver si se podían obtener esos dineros del SII". Así, indicó que durante 2010, por a las gestiones del ex martillero, recibió cerca de $ 176 millones. "Yo jamás sospeché que esto fuera irregular". El ex gerente agregó que se dio cuenta del delito en 2012 cuando "apareció un depósito por $ 23 millones en Sarella de la que Valdivia no me había pedido autorización. Le dije que había sido un abuso de confianza (...) me amenazó de acusarme al SII y a los dueños de Penta de lo que estaba haciendo". Acto seguido, Bravo manifestó que "yo sabía a esta altura que era un fraude. No se me ocurrió rectificar ante el SII (...) es mi deseo restituir las platas, ya que veo que cometí un delito tributario. Reconozco que metí las patas y que se aprovecharon de mi". Al cierre de esta edición, no fue posible obtener una versión de los abogados de Lavín y Délano respecto al contenido de la declaración de Bravo.