Cada cuatro años, la selección de Brasil se hace con el cartel de favorito y se prepara para pelear por un nuevo título mundial. Con cinco trofeos del máximo honor de la disciplina, nadie se atreve a discutir el poderío de una escuadra que ha encandilado al planeta con su "joga bonito".
Sin embargo, y pese a que esta vez la competencia sería en casa, Brasil no podía dar con el nivel al que acosumbra a mostrar. A un año del mundial, y teniendo incluso al astro Neymar Jr. en el equipo, la "canarinha" andaba a los tumbos y el proceso de Luiz Felipe Scolari dejaba dudas.
Entre los resultados que el "scratch" cosechó durante el último año los empates marcaron tendencia. El año comenzó con una caída ante Inglaterra por 2-1. Ante Italia, Rusia, el propio Chile y nuevamente los del Reino Unido solo consiguieron igualdades, mientras que las celebraciones debieron esperar por Bolivia en abril, y Francia en la previa a la Copa Confederaciones.
Esta competencia fue la que marcó el punto de inflexión en el proceso de Scolari, y devolvió las esperanzas a un pueblo brasileño que no quiere dejar escapar la posibilidad de levantar un nuevo título mundial en tierra propia. El golpe a la mesa lo dieron venciendo en la final nada menos que a España, los actuales campeones mundiales que ostentan una generación de futbolistas que sencillamente han ganado todo.
La escuadra "verdeamerla" liderada por Neymar, no solo neutralizó a uno de las selecciones que imparte cátedra de fútbol en la actualidad, sino que se dio el lujo de golearla y hacerla ver humillada e impotente.
Brasil se mostró sólido en todas sus líneas. La columna vertebral del equipo parte por Julio Cesar, que mostró toda su calidad y solo fue vencido en tres ocasiones. Con 33 años, y militando en un equipo de segundo órden en Inglaterra (Queens Park Rangers) parecía que el meta salía del mapa, pero terminó la Confederaciones con el premio al Mejor Arquero del torneo bajo el brazo, superando a Gianluigi Buffon e Iker Casillas.
En el fondo solo hay hombres de categoría. David Luis y Thiago Silva cerraron grandes campañas en Chelsea y PSG, respectivamente, mientras que Dani Alves y Marcelo son los laterales y figuras de las escuadras más importantes de la Liga Española: Barcelona y Real Madrid.
Paulinho fue otra de las piezas claves en el esquema de "Felipao". El campeón de la pasada edición de la Copa Libertadores con Corithians pudo haber dado un gran salto en su carrera por su actuacioón en el torneo de campeones, donde fue indiscutido en el medioterreno, anotó y completó el podio de los mejores jugadores con el Balón de Bronce en su poder.
La ofensiva del equipo es comandada por el nuevo fichaje del Barcelona: Neymar está llamado a ser el alma del "scratch" y en esta competencia cumplió con la misión que se le asignó. Fue determinante en todos los partidos, y le faltó anotarle a Uruguay para haber dicho presente en todas los encuentros disputados.
Además, el ex Santos encontró a Fred como compañía ideal. El centrodelantero del Fluminense fue resistido en un comienzo, pero se anotó como uno de los máximos artilleros con cinco dianas en total, dos marcadas en la definición ante los hispanos.
Scolari señaló una vez sellado triunfo en el Maracaná que "avanzarán con confianza en el próximo Mundial", y tal parece que pese a un complejo arranque, la selección brasileña del ex futbolista comienza a agarrar vuelo y está dispuesta a ser un poderoso anfitrión en Brasil 2014.