El ciclista holandés Lars Boom ganó el miércoles una caótica quinta etapa del Tour de Francia, marcada por el retiro de la prueba del ganador de 2013, Chris Froome, luego de dos caídas. Vincenzo Nibali, líder de la prueba, uno de varios competidores de primer orden que tuvieron percances, se recuperó a la caída y mejoró su rendimiento hasta aumentar su ventaja general.
Froome, líder del equipo Sky, era favorito para llevarse la prueba una vez más y su salida deja abierto el título para cualquiera.
Los organizadores de la prueba, presintiendo los peligros antes del comienzo de la carrera, sacaron del recorrido dos secciones de camino adoquinado y redujeron la etapa a 152,5 kilómetros, que partió del pueblo de Ypres, Bélgica, a Arenberg-Porte du Hainaut, Francia, ganada por Boom en una escapada en solitario que le permitió llegar con algunos segundos de ventaja sobre sus perseguidores.
Chris Froome, campeón defensor del Tour de Francia, cayó dos veces en una quinta etapa disputada bajo la lluvia.
Un día después de lastimarse la muñeca en la cuarta etapa, Froome volvió a caer aproximadamente a la mitad del recorrido y sufrió varios raspones en el costado derecho.
Luego, justo antes de llegar a la primera franja de adoquines, hacia la mitad del traicionero recorrido, el competidor del equipo Sky volvió a caer. Con una herida debajo del ojo derecho, se fue cojeando al vehículo de su escuadra, se subió y abandonó la carrera.
Tras su salida, el equipo escribió en Twitter: "Chris Froome está descorazonado luego de otra fuerte rodada".
Los ciclistas zigzagueaban hacia izquierda y derecha durante el complicado recorrido, y uno cayó de cabeza tras salir disparado por encima del manubrio en la zona de adoquines.
El alemán Marcel Kittel, ganador de tres de las cuatro primeras etapas, también cayó. El belga Juergen van den Broeck y el estadounidense Andrew Talansky también rodaron pero siguieron en la carrera.
Nibali lleva la camiseta amarilla del líder, pero el dos veces ganador de la prueba, el español Alberto Contador, sólo está dos segundos detrás y podría ser el hombre a vencer.
Froome había dicho antes de la etapa que su mayor preocupación eran las siete zonas de adoquín del recorrido del miércoles.