Cuando a comienzos de esta semana los Luksic cerraron un acuerdo con el grupo Claro para comprar en US$120 millones el 10% de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), Guillermo Luksic puso sólo una condición: reunirse con María Luisa Vial de Claro, viuda de Ricardo Claro, con el objeto de conocer cómo serían recibidos por el hasta ese minuto grupo controlador. La cita, que se efectuó esta semana, despejó toda duda: Claro veía con muy buenos ojos el ingreso de los nuevos socios y la operación se hacía en términos amistosos entre ambos  grupos.

La entrada de los Luksic marca un punto de inflexión en la  compañía y, por primera vez en las últimas semanas, le dio un respiro a una sangría que amenazaba seriamente el curso de la firma. Enfrentada a un alza en el precio del petróleo y una baja en las tarifas , la naviera había registrado pérdidas por US$7 millones en el último trimestre de 2010, las que se estaban profundizando en 2011. Para hacer frente a ese escenario  y fortalecer su base patrimonial,  CSAV anunció el 16 de marzo un aumento de capital por US$500 millones y la venta del 49% de SAAM, la filial del negocio portuario. Pero el mercado no le creyó. En los dos días siguientes la acción cayó 10,1%, sumándose a la baja de  50% que  acumulaba en el año. "En ese escenario el aumento de capital era casi inviable", afirma una AFP.

El grupo Claro comenzó a trabajar entonces un plan paralelo.  "Nos juntamos Juan Antonio (Alvarez, presidente de CSAV) y yo con la gente de Celfin y les dijimos: mira, queremos hacer esto. Analizamos quiénes podían estar interesandose, hicimos una lista corta. Había bastante gente que mostró interés, otros mandaron a dar las gracias, porque tenían otros proyectos, y hubo varios interesados en hacer grupos y juntar US$120 millones o US$150 millones", afirma Arturo Claro, vicepresidente de la firma.

La oferta de Luksic llegó el lunes 21 por la mañana a Celfin. Y tras todo un día de negociaciones -a cargo en su parte medular de Francisco Pérez Mackenna, gerente general de Quiñenco, y Alvarez- en la noche el acuerdo ya estaba sellado. ¿Por qué se escogió a los Luksic? "No son especuladores. Son gente de negocios exitosa, les ha ido muy bien, tienen ideas y espaldas financieras", dice Claro. Quienes conocen el negocio naviero dicen que por ser muy cíclico requiere de grandes espaldas de capital para resistir  malos tiempos, espaldas que Claro no tenía.

En Quiñenco y en Vapores confirman que se trata de un entendimiento amistoso, si bien no hay  pacto ni  alianza formal. "Lo que se ha hablado con ellos es que, independientemente de si tienen el 10% o más de la compañía, ellos van a ser considerados", según Arturo Claro.

El mercado ve un nuevo rumbo en Vapores. "Es una señal potente y un buen respaldo, en términos de espaldas, management y del expertise que tiene el grupo, y las posibles sinergias que podrían alcanzar con Vapores y los  otros negocios que tiene Luksic, como el minero y los vinos", explica Claudio González, gerente de estudios Tanner Corredores. El día que se anunció la compra de  Luksic, la acción subió 30%

REORDENAMIENTO AD PORTAS
El ingreso de Quiñenco traerá consecuencias. Primero, según dice Arturo Claro, se decidió dejar en compás de espera la venta del 49% de SAAM. "Por cortesía, les dijimos a los Luksic que creemos que es mejor que lo de la venta de SAAM se evalúe una vez que ellos entren. No queremos que ellos entren como cualquier inversionista que compra títulos. La idea es que aporten, que tengan voz y voto", añade Claro.

En segundo lugar, habrá un reordenamiento del directorio en la próxima junta del 8 de abril. Hasta ahora, Claro elegía seis de los 11 miembros de la mesa. Arturo Claro dice que en la próxima junta probablemente puedan colocar sólo  cuatro directores. ¿Significa eso que el grupo Claro ya no tiene el control de la compañía? "Yo diría que siendo aun en términos legales el accionista controlador, queremos definirnos como el accionista de referencia", dice él. Y agrega: "Nosotros no nos vamos a jugar al control".

Luksic pondrá un representante, siendo una posibilidad que se designe a Francisco Pérez Mackenna.
Las AFP, que hoy tienen sólo a un director (Canio Corbo), subirán al menos dos, considerando el 26% que poseen. Incluso que es posible que les sobren votos y que se unan a otros accionistas para elegir un tercer independiente. Hace algunas semanas Spencer Stuart -la firma de head hunting que asesora a las AFP en la búsqueda de candidatos- planteó a las administradoras una lista de cinco personas para el directorio. Sin embargo, en una AFP confidencia que dado el cambio de escenario de la compañía "la lista no nos convenció y ahora buscamos personas con mucho carácter y fuerza dentro del directorio".

La tercera consecuencia es un posible reacomodo en la propiedad de Vapores  debido al aumento de capital. Si bien el precio al que se emitan las acciones será definido recién en la junta de abril, si el valor de los títulos fuera de $300 (el viernes cerró en $334,8), el aumento de US$500 millones  elevaría en 40% el capital social. Marinsa -holding de Claro- ya tiene US$ 120 millones por la venta a Luksic (menos impuestos por la ganancia de capital) más otros US$60 millones por un aumento de capital en curso, con lo que ya aseguró su aporte y la posibilidad de retener el 28%. Las AFP suscribirán según el precio, aunque es posible que bajen su exposición.

Luego, la duda que queda es qué carta jugarán los Luksic. En Quiñenco prefirieron no referirse al tema, pero en el mercado el consenso es que buscarán subir su participación. "El mercado espera un mayor protagonismo y dominio de los Luksic en la compañía, una participación mayor que podría llegar vía compra a las AFP o suscribiendo parte del aumento de capital", dice Cristina Acle, directora de estudios de renta variable de CorpBanca Inversiones. "Yo creo que Luksic no sólo va a suscribir su parte sino que en segunda vuelta podría subir más", agrega Arturo Claro.

Por último, el plan de fortalecimiento financiero de la compañía podría sufría cambios. Vapores estima que necesita US$1.000 millones para hacer viable su plan. Pero mientras los primeros US$500 millones deberían provenir del aumento de capital, el respiro que logró esta semana le da espacio a la administración para buscar nuevas opciones para el resto. Claro adelanta que para completar los US$1.000 millones tienen algunas cosas pensadas, pero prefiere no anticiparlas. "Cualquier cosa distinta que se haga será resuelta por el directorio nuevo. Aquí hay un punto de inflexión", dice.