En los años 80, Los Angeles Lakers encandilaba a la NBA. Entre sus muchas figuras, el principal recuerdo no es de un jugador en solitario ni de un quinteto titular, sino de el trío dorado que conformaban Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabar y Michael Cooper.

Jugando de manera asociada, los tres jugadores sumaron 110 triunfos en playoffs, una marca que el lunes ya alcanzaron otros tres nombres gloriosos: Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili.

En la aplastante victoria  por 122-105 con que inauguraron la final de la Conferencia Oeste de la NBA, los de San Antonio Spurs igualaron al legendario trío de Los Angeles, pero ahora están a un solo triunfo de quedar como los mayores vencedores.

A menos que ocurra una debacle frente a Oklahoma City, esa victoria extra debería darse en esta llave y su primera oportunidad la tendrán esta noche, cuando se juegue, otra vez en Texas, el segundo duelo de la serie.

El argentino Ginóbili fue el último de los tres en incorporarse al equipo texano, en 2002. El transandino, Parker y Duncan ya celebraron los títulos de 2003, 2005 y 2007 y perdieron la final del año pasado ante Miami Heat. Duncan también logró el anillo de 1999.

Los tres jugadores volvieron a ser decisivos el lunes. Duncan, de 38 años, anotó 27 puntos ese día, 22 de ellos en la primera mitad; Parker, de 32, hizo 14 unidades, con 12 asistencias; y Ginóbili, de 36, tomó el relevo anotador en la segunda mitad, en la que anotó sus 18 puntos.

Parker resumió lo que siente Spurs: "Siempre tratamos de penetrar hacia la cesta. Siempre queremos mover el balón, así jugamos... Evidentemente, todo es un poco más fácil si (Serge Ibaka, lesionado) no está en la pintura, pero seguimos tratando de penetrar y de hacer que las cosas sucedan".