De las fantasías sadomasoquistas hasta las hilarantes frases atribuidas a la máxima autoridad del país. En 2013, los libros más vendidos en Chile mostraban un mapa muy diverso, pero sin duda reflejaban un fenómeno internacional imparable.

Era el boom de la novela erótica, que dominaba el ranking de ficción con Cincuenta sombras de Grey. La trilogía, escrita por la autora británica E. L. James, vendió más de 90 mil ejemplares. Además, hace tres años, entre los libros más vendidos estuvieron presentes dos biografías de Felipe Camiroaga; el libro de investigación El despertar de los cuervos, del periodista Javier Rebolledo, y Piñericosas, que recopilaba supuestas frases atribuidas al ex presidente Sebastián Piñera.

Pasaron poco más de 24 meses de la presencia de esos libros en el ranking y se estableció un nuevo fenómeno que cambió el panorama editorial: el triunfo de la no ficción a cargo de escritores nacionales.

El último éxito local aún no es una trilogía y sus temas nacen de la realidad. Es Historia secreta de Chile, de Jorge Baradit. En julio pasado cumplió un año desde su publicación, periodo en el que vendió más de 90 mil copias. Y a un mes de la salida de su segunda parte ya lleva 21 mil ejemplares vendidos. Para un mercado reducido como el nuestro, las cifras son todo un récord. En promedio, un libro recién salido en Chile puede vender 250 ejemplares a la semana.

En su segundo volumen, Baradit narra el lado B de episodios que tienen que ver con personajes nacionales como Bernardo O’Higgins y Diego Portales y desarrolla hechos como la matanza del Seguro Obrero o la persecución, por parte del Estado, de brujos en Chiloé.

“Desde hace más de una década que las audiencias han venido descubriendo en la vida real una fuente de relatos tanto o más interesante que la que viene de la ficción. Desde el ejemplo obvio de los realities hasta la autoficción en literatura, ha sido la frescura, el azar y la textura inesperada, sorpresiva, a veces caótica y fragmentaria de la realidad la que ha cautivado más allá de las estructuras pre diseñadas de la ficción”, dice Jorge Baradit, quien no ha parado de recorrer el país, de norte a sur, firmando ejemplares de Historia secreta de Chile, editado por Sudamericana.

Esta semana entró a librerías el título Historias desconocidas de Chile, de Felipe Portales. “¿Por qué Bolivia quedó insatisfecha con el tratado de 1904?; El Ejército impuso la Constitución de 1925 y Portales despreciaba la Constitución”, son alguno de los temas que se presentan en el libro editado por Catalonia y que se suma al interés por consumir historia de Chile.

En septiembre se cumplen dos años de la publicación de Un veterano de tres guerras, de Guillermo Parvex, editado por la Academia de Historia Militar. El título, compuesto de las memorias de José Miguel Varela, quien estuvo en la Guerra del Pacífico, de la Araucanía y la Civil de 1891, ha vendido sin campaña de difusión 35 mil copias.

“No creo que haya una explicación única a ningún fenómeno editorial, pero es verdad que los chilenos en el último tiempo han demostrado interés en temas que los atañen directamente, como la historia y la identidad, las políticas educacionales, la concentración del poder económico, el financiamiento irregular de la política y los abusos dentro de la Iglesia Católica”, señala Melanie Josch, directora editorial de Penguin Random House, que publica Historia secreta de Chile, de Baradit.

El grupo editorial también ha editado con éxito las investigaciones de María Olivia Mönckeberg como La máquina para defraudar; la biografía de Agustín Edwards (2014), de Víctor Herrero, como también Traición a la patria, de Mauricio Weibel, que aborda el caso “Milicogate”: en tres meses lleva casi 10 mil copias vendidas.

“Antes era común ver en los primeros lugares del ranking títulos de autoayuda o memorias de figuras políticas... La brújula ha ido girando hacia otras áreas de interés como la historia, la investigación, el fútbol o la cocina”, dice Josefina Alemparte, directora de editorial Planeta.

El sello es responsable de la publicación de Historia universal freak, escrita por Joaquín Barañao. Título que en menos de un año  ha facturado más de 13 mil copias, agotando tres ediciones. “Cuando se plasma la historia en un relato llevadero y sin un examen final de por medio, lo único que se está haciendo es azuzar esa vocación latente por comprender los hechos del pasado”, opina Barañao sobre la adquisición de literatura de no ficción local.

Además, Planeta tiene en su catálogo desde hace tres meses Masones & Libertadores, de Waldo Parra, que ya ha vendido más de 6 mil ejemplares. También el sello adquirió los derechos y lanzó la trilogía de Javier Rebolledo, luego que La danza de los cuervos (2012), El despertar de los cuervos (2013) y A la sombra de los cuervos (2015) vendiera 40 mil títulos con editorial Ceibo.

En estos últimos meses ha habido títulos inesperados entre los más vendidos en no ficción, como es el caso de La voz de la radio está llamando, de Sergio Campos; ¡Háganme callar!, la autobiografía de Mónica Echeverría y Conversación interrumpida, las memorias del economista Sebastián Edwards. En promedio han vendido 4 mil títulos cada uno.

“En los libros de no ficción el autor es responsable de lo que dice y eso da confianza. Está jugando con lo verosímil, trabaja con la historia, con lo que otros conocen, entonces es cercano y puede ser impugnado ya que sus palabras no son de un ‘narrador’, sino que de una persona”, dice Matías Rivas, director de Ediciones UDP, que publicó el libro de Edwards.

Más allá de las noticias

El año pasado estuvo en el ranking de ficción por varias semanas con su novela Huáscar. El autor nacional Carlos Tromben a través del barco peruano narra el inicio de la Guerra del Pacífico. El  exitoso libro cruzó fronteras y triunfó: Huáscar fue una de las novelas más vendidas en la recién finalizada Feria del Libro de Lima, Perú. Ahora, Tromben regresa al ranking, pero de no ficción con Crónica secreta de la economía chilena. Ambos títulos editados por Ediciones B.

“Hay una sensación de ‘fatiga de materiales’ respecto del modelo. Se percibe que su ciclo expansivo ya pasó, y que ahora vienen tiempos complejos”, opina Tromben. “No sabemos para dónde vamos, y entonces necesitamos saber más acerca de dónde venimos. El análisis y el testimonio del pasado remoto y del reciente cobra entonces importancia. Además hay una noción de que algo ha sido ocultado, tergiversado, manipulado por la estructura inmanente del poder”.

Aquí es donde entran los trabajos de investigación, los reportajes y las denuncias, que cada vez tienen más seguidores. Por ejemplo, en los últimos seis meses Poderoso caballero, de Daniel Matamala, acumula 12 mil unidades facturadas.

“Lo que está en disputa en el ranking de ventas es una definición de categorías editoriales, y como tal, si es por arriesgar una explicación que no menosprecie a los lectores, podría decirse que la no ficción está generando mejores historias y mejores narrativas que la ficción”, cree Juan Cristóbal Peña, quien regresa a las estanterías con la reedición de Los fusileros, a 30 años desde que un comando del Frente Patriótico Manuel Rodríguez atentara contra Augusto Pinochet.

“Antes era muy fácil incautar o prohibir libros. Esas cosas ya no ocurren por los cambios legales, y por eso también las editoriales se atreven a publicar más investigaciones. Saben que hay un público interesado”, señala Alejandra Matus, quien prepara una edición definitiva de El libro negro de la justicia chilena. El volumen, que fue confiscado antes de su lanzamiento en 1999, le valió a la periodista ser acusada de violación a la Ley de Seguridad del Estado por Servando Jordán, Ministro de la Corte Suprema.

“La gente busca información y los libros le entregan ese material. Y esto responde al estado de ánimo de la sociedad chilena, más interesada en discutir, criticar, y poner en cuestión a las instituciones y el modelo de desarrollo”, añade Matus, también autora de Doña Lucía, biografía de Lucía Hiriart de Pinochet, que ha vendido 15 mil ejemplares. “Incluso en los libros de periodismo deportivo. Ya no se escribe sobre el periodo de oro de Colo Colo, sino del fraude en la ANFP o el caso Jadue”, agrega.

Es así como el libro Jadue. Historia de una farsa, de Gustavo Huerta, presentado el pasado 20 de mayo, que suma ventas sobre 7 mil copias. Ahora llega a librerías  Juego sucio, sobre la corrupción en el fútbol local, escrito por Francisco Sagredo y Fernando Tapia.

“Hay proyectos que se encargan y muchos que se trabajan con autores que ya son de la casa”, cuenta Josefina Alemparte, responsable del volumen sobre Sergio Jadue.

“Somos atrevidos y queremos abrir camino. Es decir, nos arriesgamos con temas, formas y tendencias”, afirma Melanie Josch, quien tuvo que arrendar El Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins para que el conocido youtuber Germán Garmendia pudiera firmar, en mayo pasado, copias de su libro #Chupaelperro. Ya ha vendido 26 mil ejemplares de un fenómeno surgido en Internet.

Otra apuesta de Random House fue Relatos de una mujer borracha, que desde su salida en enero acumula ventas por 28 mil copias. Las aventuras nacidas en Facebook de una mujer que firma como Martina Cañas. Un seudónimo tras la supuesta autoficción de quien se presenta así: “Según manuales, soy alcohólica. Según yo, sociable, sedienta, acontecida y algo ardiente”.