Los últimos días no fueron de los mejores para Universidad Católica. Con Mario Lepe contra las cuerdas y un bajo rendimiento tanto en el torneo local como en Copa Libertadores, el conjunto de la precordillera tuvo una semana complicada.
Sin embargo, la difícil victoria frente a Antofagasta, por la cuarta fecha del Campeonato de Apertura, le dio otro aire al equipo. De hecho, le entrega tranquilidad al club de la franja de cara a su próximo desafío
Los pupilos de Lepe deberán prepararse esta semana con la mente puesta en el jueves, donde enfrentarán a Junior de Barranquilla en su segundo partido por la cita continental.
Y este partido será clave para las pretensiones de los cruzados en la Copa, ya que tienen la misión de hacerse fuertes en casa frente a un conjunto colombiano que necesita ganar para no alejarse del sueño de avanzar a octavos de final.
Tras su empate ante Bolívar en la primera fecha, Católica quedó complicada y el triunfo es casi una obligación, más si pensamos que será su segundo duelo ante equipos extranjeros, y que luego deberá cerrar el grupo visitando Colombia y Bolivia.
Así, la responsabilidad esta semana será mayor para los de San Carlos de Apoquindo, pero el hecho de haber repuntado en el Apertura, le da un impulso extra a la UC para no perder de vista la redención en la Libertadores.