A pesar de que llega una gran cantidad de turistas hasta el puente de Carlos, en Praga (República Checa), la temporada estival en Europa se anuncia sombría debido a la crisis económica.

Y es que el panorama financiero mundial hace que muchos viajeros desistan de embarcarse a nuevas aventuras en el extranjero.

Según la agencia de noticias AFP, a escala europea la actividad hotelera bajó en promedio un 10% en el primer trimestre de 2009. La caída llegó al 18% en Praga, al 20% en Budapest y al 5% en París, la ciudad más visitada del mundo, de acuerdo a cifras publicadas esta semana en la capital checa.

Según esos datos, la industria europea del turismo se reducirá un 3,5% este año.

Los efectos negativos de la recesión en el turismo han llegado a todos los países del viejo continente. Específicamente en España, la  ocupación hotelera cayó un 15% en el primer trimestre. En tanto, en Portugal se espera una baja de la actividad que podría llegar al 20% este año.

Por momento el número de viajes seguiría aumentando, pero los turistas cuentan con un menor presupuesto. Según Christophe Demunter, experto de la oficina europea de estadísticas Eurostat, los visitantes primero ahorran en alojamiento y luego en los restaurantes.

De acuerdo a un sondeo reciente del Eurobarómetro, uno de cada seis europeos no saldrá de vacaciones este año por la crisis y uno de cada tres deberá cambiar sus planes de viaje.

Para quienes viajan de todas maneras, la tendencia que se pudo observar es que acortarán sus estadías o las realizarán en temporada baja.