Hubo muchas imágenes parecidas durante la visita de una semana de Felipe Núñez a Palestina, pero la siguiente es la que mejor resume lo que vivió el capitán del cuadro "árabe" en Medio Oriente: un niño de nueve o 10 años, con la camiseta azulgrana de Lionel Messi, corre varios metros tras finalizar una clínica deportiva, abraza al arquero y le dice en inglés: "Gracias, muchas gracias". Eso fue el lunes 3 de junio, en Ramallah. Pero antes fue una madre y su hija en un colegio de Beit Jala.
También unas seleccionadas de fútbol femenino juvenil en Al-Khader. Un técnico en el Monte de los Olivos de Jerusalén. Y unos jóvenes tras jugar unos minutos en la calle de un campamento de refugiados, en Belén.
Ejemplos sobran. Y todos querían lo mismo: una foto y agradecer la visita de un futbolista del mundo occidental, algo que ocurre muy pocas veces por aquí, y más aún si es el capitán de un club que conocen bien y que sienten como propio.
A los saludos anónimos se sumaron los con nombre propio: el secretario de la Federación de Fútbol de Palestina, el encargado para América del Ministerio de RR.EE., el presidente del Banco de Palestina (auspiciador del cuadro de La Cisterna) y Saeb Erekat, jefe del equipo de negociaciones ante Israel y una de las personalidades más importantes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Todo eso se llevó Núñez en su viaje de regreso a Chile y a cambio dejó consejos deportivos y decenas de camisetas de Palestino, que fueron atesoradas de igual forma por el niño del campamento de Belén como por el mismo Erekat.
UN VIAJE ESPECIAL
Palestina, con su realidad política y social, no es un tema de conversación entre los futbolistas chilenos, usualmente sin opinión a la hora de debatir la contingencia.
Pero en el caso de Núñez, jugador del cuadro "árabe" por nueve temporadas, este viaje le venía rondando hace rato por la cabeza. Cuando la idea llegó a los oídos del presidente del club, Fernando Aguad, este no dudó en organizar la visita del jugador.
Desde su alojamiento en Beit Jala, localidad contigua a Belén y desde donde salieron buena parte de los palestinos que viven en Chile, la agenda del portero estuvo cargada de reuniones, ceremonias y clínicas deportivas.
Y también de fuertes experiencias, como la que vivió el jueves 30 de mayo, cuando recorrió la histórica Belén: primero fue a la iglesia de la Natividad, uno de los lugares turísticos más atractivos del mundo. Pero, a pocas cuadras de ahí, muchas veces lejos de las fotos de los visitantes, se levanta una de las polémicas más candentes de la política internacional: la barrera construida por Israel -aduciendo motivos de seguridad- para separar el territorio de Palestina, y que en el caso de Belén es un muro de concreto, de varios metros de largo, instalado en plena ciudad, junto a casas, almacenes y calles.
Núñez caminó por varias cuadras junto a esta muralla y después se dirigió hasta el campo de refugiados Aida, donde además de conversar con uno de los voceros del campamento, aceptó el desafío de varios niños que querían hacerle un gol de penal en un improvisado arco callejero, junto al muro de cemento.
Y así como el capitán de los tricolores conoció en la calle una de las realidades que más afectan la vida de los palestinos, también tuvo tiempo para vestirse de camisa y chaqueta y reunirse con Saeb Erekat en Ramallah, en la sede de la ANP, quien le dejó al capitán del equipo de La Cisterna una frase de agradecimiento que no olvidará: "Mi objetivo es devolver a Palestina a los mapas y el club Palestino nos ayuda a conseguir ese objetivo".
Tras momentos como esos, Núñez solía repetir: "Pasarán muchos días hasta que logre digerir todo lo que he vivido en este viaje".
DEPORTE POR SOBRE TODO
Junto a las reuniones, el plan de Núñez era entregar algo de conocimiento a los niños que practican fútbol y que, como en muchas partes del mundo, se dividen entre hinchas de Barcelona y Real Madrid (
"espero verlos con la camiseta de Palestino la próxima vez", les dijo
). El arquero realizó dos clínicas, una en Jerusalén y otra en Ramallah, y en ambas estuvo acompañado por Roberto Kettlun, ex jugador tricolor y quien actualmente juega por el Hilal Al-Quds, en Cisjordania.
Núñez trabajó con los arqueros, a los que les mostró técnicas y les dio consejos. ¿En qué idioma? Daba lo mismo: con traductor, algo de inglés y señas. Le ocurrió algo similar en un amistoso en Al-Kadher, donde con una mezcla de inglés y algunas palabras en árabe, intentaba ordenar a su defensa.
Esas imágenes, como también las visitas a la ciudad vieja de Jerusalén, el Mar Muerto y Hebrón, Núñez no quiere convertirlas en postales del recuerdo. Por el contrario, su objetivo es revivirlas en el mediano plazo, cuando cumpla la promesa de volver a Palestina.