La vida de Enzo Roco ha cambiado totalmente en cuestión de 12 meses. En poco tiempo, pasó de ser promesa en Universidad Católica a ser un valor exportable y de categoría. También dejó el apellido Andía, para llevar dos veces el de su madre, siempre presente en su crecimiento. El 21 de septiembre del año pasado, por ejemplo, el zaguero se vistió como cruzado y en San Carlos de Apoquindo recibió a O'Higgins (1-2). Un año después, el defensor se pone la camiseta del Elche y se prepara para visitar al Real Madrid, considerando todo lo que implica ese escenario,  como millones de televisores encendidos alrededor del mundo, el ojo clínico de la prensa o el trabajo que tendrá que desarrollar para detener a figuras como Cristiano Ronaldo, Bale o Benzema.

Atrás queda la época en que intentaba convertirse en un poderoso delantero de Ovalle. También el tratamiento médico que le realizó la UC en las divisiones inferiores para que subiera de peso y se fortificaran sus huesos. Hoy, el Flaco se alista para pisar el Santiago Bernabéu con la única intención de que el humilde club alicantino escale en la tabla de posiciones y no mire de tan cerca el descenso a la Segunda División, escenario que sortearon con varias complicaciones en el torneo anterior.

Roco vivirá de todas formas algo que siempre anheló. "Enzo está creciendo poco a poco y creo que ha sido uno de nuestros mejores hombres en lo que va de La Liga, además se ha integrado muy bien a la institución. Justamente viajé junto a él para Madrid y conversamos de este pleito. Le deseé la mayor de las suertes, porque si le va bien a él, a nosotros también. El está viviendo un sueño y es un encuentro muy especial para él. Lo veo tranquilo y sé que podrá defenderse bien de jugadores como Cristiano o Bale, es su vitrina", afirma a La Tercera el presidente de Elche, José Sepulcre.

En la Cuarta Región, en tanto, esperan con ansias el duelo ante los madrileños. Y es que Roco no se ha olvidado de sus raíces y cuando viaja más de algún recuerdo deja a quienes los niños, que lo tienen como referente y a quienes le recomendaron que no fuera atacante, como sus ex entrenadores. "Por la estatura lo pusimos de central y él respondió. Enzo es un espejo para unos 250 pequeños de nuestra escuela. Cuando él viene, siempre nos entrega regalos. Él es una gran persona", manifiesta Jorge Miranda, de la Academia Municipal de Fútbol de Ovalle.